¡¿Me acosté con la hija de un Yakuza?!

CAPÍTULO 1: El día que me acosté con la hija de un Yakuza

—Hey Sakamoto, ven, bebamos juntos. Yo invito jajaja

—Hay que tener moderación, Jessy, el alcohol puede dañar su belleza.

—Ay—Exclamó sonrojada —Sakamoto, como puedes decirle eso a una señora de 40 años, travieso.

— Hice una sonrisa juguetona antes de hablar —No diga tonterías, la edad no es un obstáculo para usted, bien dicen que la fruta madura sabe mejor.

Las mujeres que rondaban más o menos la misma edad que estaban alrededor de la mesa no pudieron contener sus gemidos como si hubieran visto a la pareja del año besándose tiernamente.

—Hey, Sakamoto. Pero yo tengo 2 años más que ella, ¿esas palabras también implican en mi?

Su tono era burlesco y despreocupado, pero aún así tenía una mirada de expectativas que no podía traicionar.

—Por supuesto Erica, de hecho, me sorprende que una hermosura como usted no haya encontrado un dueño capaz de portar la responsabilidad de custodiar dicha figura.

La mujer, de manera inevitable se sonrojó hasta tal punto de apartar su mirada segura por unos momentos de la mía.

Después de unas cuantas horas extra bebiendo con las señoras, recibí mi paga.

—Mil, dos mil, tres mil, cinco mil y diez mil yenes—

Contaba el dinero en voz alta dentro dentro de una de las cabinas del baño del salón de fiestas "Gourmet Sweet" uno de los salones de fiestas más grandes de Japón y este en donde me encontraba era el segundo salón más grande bajo el mismo nombre.

—Dios mío, diez mil yenes por pasar 3 horas con 7 señoras en una sola mesa, el sacrificio fue bien recompensado.

Salí del baño mientras guardaba el dinero en mi billetera vacía y me dirigí a la barra para descansar mi lengua de tanto alcohol.

—Camarero, un vaso de agua, por favor.

—En seguida— Respondió mientras llevaba una copa pequeña con champán hacia una chica bella que estaba a 4 asientos de mi.

—Oye viejo— le dije al camarero con confianza

—¿Ah?— volteó hacia mi —¡ah!, Sakamoto, eres tú, no me di cuenta.

—¿Oye, que le serviste a la chica? ¿Cuánto cuesta?

—Oh, eso? «Es Dom Pérignon», es una marca de champán, producida por Moët & Chandon. Recibió el nombre de Dom Pérignon en honor a Pierre Pérignon, un monje benedictino quien supuestamente fuese el descubridor, de la forma de creación de los vinos espumosos.

—¿Qué? ¿Y cuanto cuesta? Es que se me antojó una copa jeje

—¿En serio? Esa copa que le serví a la dama cuesta «¥6,000»

«»Es uña champaña real, que en el 2014 fue una de las 12 champañas más caras de todo el mundo, el valor de una botella rondaba entre los 1400 y 1500 dólares estadounidenses una botella de 30 litros. (Información real)

«»¥6000 a día de hoy serían unos 50-53 dólares

—¿¡Que!?

Después de eso todo se tornó en negro, no recuerdo nada más de esa noche de ayer y ahora me encuentro recostado en lo que parece ser una nube.

—¿Que? ¿dónde estoy?—murmuro mientras abro lentamente mis ojos debido a la "cruda" de anoche.

El sonido del agua saliendo de una cascada y el sonido de las aves por la mañana, era por supuesto muy diferente a mis mañanas donde mi hermana mayor azotaba dos platillos de metal entre sí y el olor a contaminación invadía mis fosas nasales.