65 Pequeños momentos

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El hijo de Tsunade nació en febrero, fue un parto algo difícil Shizune tuvo que practicarle una cesárea, una vez nació el niño, lo llamaron Tsujirai Senju, ya que el clan de Tsunade tenía más rango.

Jiraiya se puso muy feliz, y cuido del niño casi siempre, para que Tsunade no cogiera una depresión post parto.

Por otra parte solo Naruto y yo sabíamos que estábamos saliendo y cuando teníamos que ir a la ciudad, siempre utilizaba mi apariencia de Tae, por lo que la gente comenzó a lanzar rumores sobre él y yo.

De hecho un día no nos dejaron entrar a comer a un restaurante, por los rumores que había, incluso en otro mundo las relaciones homosexuales eran algo tabú. Fue algo muy molesto, estaba a punto de destruir ese lugar, ya lo pagaría después, pero iba a demostrarle quién era yo.

Naruto me paró y me dijo -Mejor vamos a Ichiraku - y me jaló de los brazos, el maldito que nos echó se libró, aunque pude ver un retrato mío dentro y le dije al desgraciado -Con que fan de Lorelei, un fan de verdad no discrimina, esos son los valores que ella transmite- Le grité y me fui.

-Lo siento Yiren, no debí llevarte a ese lugar- se disculpó Naruto

-No tienes que disculparte, el problema es ese maldito retrogrado- le dije -Mejor vamos a tu casa prepararé algo de comer, no tengo ganas de seguir aquí-

Nos fuimos a su casa, quité mi transformación e hice algo de comer, yo cocinaba mejor que ese desgraciado, pensé, de verdad que quería matarlo, en mi mundo de origen, no tenía poder, si a caso, podía insultarlo, aunque si que podía denunciarlo, así que se me ocurrió la gran idea de ponerlo como ley.

-Naruto he estado pensando, quiero que las relaciones entre personas del mismo sexo sean legales y aceptadas, le pediré a mi padre que le presente un proyecto ley- Le dije muy seria

-Yiren, me parece una idea genial- siguió comiendo y me dijo - Creo que es mejor que el sabio pervertido presione, como tiene mucha influencia también, no habría problema con los otros clanes-

-Tienes razón, gracias por tu ayuda- le dije, menos mal estaba con Naruto un chico bueno que apoyaba todas mis decisiones y me trataba muy bien.

Como era de esperar, recibí mucho apoyo, de Jiraiya y papá, incluso Kakashi sensei me apoyó y llevaron eso ante los sabios.

Tomo varias semanas, pero se consiguió, Konoha era la única aldea que permitía un matrimonio igualitario, tanto para parejas heterosexuales, como para homosexuales, no solo eso sino que se prohibía la discriminación hacia estas personas, penado dependiendo de los actos, con multas, cárcel o pena de muerte en caso de asesinato.

Como era de esperar mis verdaderos fans lo apoyaron desde muchos rincones, tanto así que empezaron a hacer protestas, solo para que aquellos que tenían gustos diferentes pudieran ser felices, y se fue consiguiendo, poco a poco.

Llegó abril, era mi cumpleaños Naruto me preparó el desayuno, nosotros prácticamente estábamos viviendo juntos en su casa, por la mañana me dio un regalo, era un álbum de fotos nuestras, a lo largo de la trayectoria en la que estuvimos juntos, tanto de niños, como de adultos.

-Eso no es todo- sacó algo de su bolsillo, se arrodillo, me dio una caja, dentro había unos pendientes, eran realmente bonitos, se ajustaban a toda la oreja.

-¿pensabas que iba a pedirte matrimonio? ¿verdad?- se burló de mí

-No, y si lo hubieras hecho de verdad, te habría rechazado, llevamos muy poco tiempo juntos- le respondí para meterme con él.

-Yiren ¡eres muy cruel! de veras- me dijo haciendo una actuación, así que le di un beso.

-Yiren ¡eres muy cruel! de veras- me dijo haciendo una actuación, así que le di un beso

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Isekai Naruto: Desperté en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora