Condenada Profecía

Capítulo I

Hogwarts – 1977

Un fuerte estruendo sacudió los cimientos del colegio y alerto a los profesores de un posible ataque.

Las grandes puertas del gran comedor se abrieron tan fuerte que por un momento la mayoría pensó que las bisagras se romperían.

Jóvenes que no parecían pasar de los dieciocho y adultos de más de treinta años, entraron y tomaron posiciones de defensa. Varitas arriba, escudo protectores y hasta uno tenía una espada, que el director identifico como la de Godric Gryffindor.

Todos miraban las grandes puertas con decisión y determinación, los mayores no entendieron porque hasta que una nube de humo en tonos grises empezó a formarse.

- Señor Potter si tiene un plan es mejor que lo ejecute ahora – demando una voz fuerte y áspera, con una apariencia física bastante parecida a la de Severus Snape de Slytherin.

Por un momento todos creyeron que le hablaba a James Potter pero cuando el chico de ojos verdes y anteojos contesto, las pistas fueron puestas en la mesa.

- Créame que lo tengo profesor, solo necesito más tiempo – respondió con una mirada decidida ganándose solo un bufido molesto de parte del hombre de negro.

- ¿Cuánto más Harry? – pregunto un hombre de rizos castaños y ojos grises, que Regulus juro se parecía a su padre Orión.

- Solo un poco canuto – ante el apodo, Sirius Black de Gryffindor casi se atraganta con su jugo de calabaza.

Ya no había mas dudas, ellos venían del futuro.

De pronto destellos rojos y verdes salieron de la nube, y personas empezaron salir.

Los gritos de miedo y desesperación no se hicieron esperar, mientras todos trataban de buscar refugio detrás de los profesores.

Múltiples hechizos de defensa empezaron a volar, incluso el chico de cabello rubio cenizo que portaba la espada de Gryffindor hizo uso de ella y le corto la cabeza a uno y daño de gravedad a otros.

La entrada y parte del gran comedor se había convertido en un pequeño campo de batalla.

Por otra parte los jóvenes parecían que se habían preparado con anterioridad para esto, para la batalla. Luchaban con tenacidad y templanza, algo poco visto en chicos tan jóvenes. Pero lo peor de todo era que parecían listos para morir.

Un grito de dolor alerto a los misteriosos visitantes y se dieron cuenta que el hombre vestido de negro se sostenía el cuello con una mano, donde empezaba a salir sangre en abundancia.

- Sectumsempra – grito con furia el hombre y su víctima termino con muchas heridas cortantes en su pecho.

- ¡Severus! – exclamo con evidente preocupación el hombre de ojos grises.

- Estoy bien pulgoso, concéntrate en Harry – fue su escueta respuesta mientras conjuraba un campo protector y atendía su herida.

La batalla seguía dándose sin tregua, ningún bando estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. Mucho menos la joven bruja que había salido de la nube lanzando hechizos a diestra y siniestra.

Pero ni eso había detenido al muchacho rubio que contra todo pronóstico se abalanzo hacia la bruja de cabello castaño y la apuñalo en el vientre. En su rostro no había ni un gramo de compasión sino que reflejaba la pura satisfacción de ser quien la matara.

- Te dije que sería uno de tus verdugos – le susurro al oído y saco la espada sin mas de ella y la dejo caer al suelo como si no fuera nada.