Nuestros padres fueron demasiado optimistas al sugerir que viviéramos juntos, cuando éramos pequeños Himchan y yo fuimos grandes amigos, podría decirse que los mejores; luego su padre fue transferido a Busán y no volvimos a ver a toda su familia hasta hace poco, mi padre aprecia mucho al suyo y nos consiguieron este departamento para que pudiésemos asistir a la universidad sin problemas, pero nadie se percató de que los años pasan, los niños se hacen adultos, las personas cambian y Himchan y yo no nos soportamos...
O eso es lo que, al menos yo pretendo; sí, me declaro culpable, cuando Himchan regresó dejó de ser el niño pequeño y sonriente para transformarse en un apuesto y temible hombre, sus rasgos eran finos pero fuertes, era más alto de lo que pensé que sería, lo único que no había cambiado eran sus ojos, sus temibles y hermosos ojos; al menos eso creí, nos arreglaron una cita de "reencuentro" y el muy idiota se atrevió a tratarme mal, era pretensioso y arrogante, sin embargo no lograba sacarlo de mi cabeza.
- Ya déjame tranquila- Bufé mientras se sentaba frente a mí en la cafetería.
- Este sitio es de todos, además, no hay más mesas.
- Eres detestable.
Gruñí y continué con mi almuerzo, tenerlo cerca causaba toda una tormenta en mis entrañas, era ególatra y fastidioso, pero aun así lo quería, de verdad lo hacía, todo el tiempo recordaba aquel chico que hacía lo posible por verme sonreír, que se culpaba de las travesuras que ambos ideábamos, quien me abrazaba o tomaba mi mano para que no tuviera miedo, ese era el verdadero HImchan o al menos el que yo quería recordar.
- ¡Hey! - Una voz conocida me sacó de mi trance- ¿Cómo estás? ¿Comiste bien?
- Onew- El chico lindo se sentó a mi lado- Sí he terminado ya ¿tú has comido algo? - Sonreí sinceramente.
Onew y yo hemos estado saliendo hace un mes, es un chico apuesto y amable, el novio perfecto según las chicas del instituto, acepté salir con él con la esperanza de sacar a Himchan del tablero pero no ha funcionado del todo, he intentado dejar las cosas claras con él y me ha respetado, al parecer darse por vencido no es muy su estilo.
- Vamos, quiero que me acompañes a un lugar.
- ¿De qué se trata?
- Si me sigues lo sabrás.
Dejamos la cafetería para llegar a los jardines de botánica, el lugar es precioso pero está prohibido estar aquí sin autorización o si no eres alumno de biología.
- ¿Te gusta?
- Sí, es increíble pero ¿qué hacemos aquí?
- Verás- Me miró serio y me asustó un poco- Esto es importante, intento con todas mis fuerzas no arruinarlo pero es que ya no puedo más- Tomó mis manos y su mirada se tornó dulce- ¿Aceptarías ser mi novia?
- Por supuesto que no- Himchan salió detrás de los rosales, su paso era firme y atemorizante.
- ¿Qué diablos? - Onew habló por mí.
- Largo de aquí, vaca.