poema 1

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Creí que me amabas,
que sentías mariposas en la panza,
que anhelabas mis llegadas.

Creí que lo nuestro era terno,
que había respeto de por medio.

Creí estúpidamente,
que eras el amor de mis sueños,
aquel que con su espada defendería mi honra.

Realmente creí que eras el príncipe azul, aquel de los cuentos de hadas.
Ese que con ternura besa tus palmas, te mira a los ojos y te dice que te ama.

Soñé muy alto, y la caída fue mas dura.
No sabes como me arrepiento, de haberte conocido.
Y maldigo las coincidencias que tuvimos, los gustos paralelos y el humor tan negro que compartimos.

Maldigo las noches en te regale mi aliento, mi sudor y mis latidos, la pasión desenfrenada y los gemidos profundos.

Maldigo también el momento en que buscaste calor en otro lecho, placer en otro cuerpo.
Te maldigo a ti y tu fiereza en la mirada.
Me maldigo a mi, por caer en tu trampa.

Creí que me amabas, mientras tu con otra te revocabas...

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