Capítulo 8.

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02:30 am 20/07/10

Convivir dos meses con alguien que conociste en cinco minutos, es tan extraño como decirle un adiós en 30 segundos.
Si un minuto pasa más lento de lo que aparenta, treinta segundos era un siglo. Pueden pasar muchas cosas en ese tiempo, incluso demasiadas palabras.

Harry se ha ido.

Hace unas horas le dieron de alta, no pude decir más que un simple "Buena suerte." Y salí corriendo, no pude ver su expresión.

Se convirtió en mi amigo, mi primer amigo. Lo necesito, me ayudaba en mis bromas, en mis planes, en todo. Lo extraño.

***

-Amelia, El Dr. Nathan quiere hablar contigo.
-De acuerdo.

Estaba nerviosa, cuando Nathan me pedía ir a su consultorio era algo delicado. No era bueno. Sentía como mi pulso se aceleraba y mis manos sudaban, necesitaba saber si eran buenas o malas noticias todo era tan confuso en este hospital.

Al llegar a mi destino, toqué la puerta de Nathan y al escuchar un "Adelante" por parte de él giré la perilla y miles de preguntas pasaron por mi mente, ¿El cáncer habrá regresado? ¿Necesitaré más terapias? ¿Podré salir de aquí pronto? ¿Tendré alguna otra enfermedad? ¿Me operarán? ¿Todo esto será un simple sueño?

-Siéntate Amelia, por favor.

Asentí y lo miré atentamente esperando que hablara, las palabras no salían de mi boca. Al notarlo el simplemente asintió y comenzó a hablar.

-Bien, tendremos que hacer unos últimos análisis. Tendrás que estar aquí tres semanas más, sino cuatro. Los análisis que haremos tardan varias horas y provocan un gran agotamiento en el paciente por lo tanto tendrás que quedarte como ya lo he dicho; pronto se acabará todo.- dijo esto último mostrando una de las sonrisas más sinceras que he visto en él desde que me internaron.

Asentí y salí de ahí. Nathan era como mi padre, no sé que haré sin él.

Lo estaba perdiendo todo lenta y sigilosamente, primero pierdo a mi familia, después mis únicos "amigos" que he logrado hacer, al igual que a la única persona que logré querer más que un amigo o eso creo; ahora perderé a Nathan, que es la única persona que se interesa en mí, pero algo me dice que oculta algo, lo conozco mejor que su esposa Marie. Las personas dicen saber la verdad sobre sus seres queridos pero en realidad no saben nada ¿en realidad las personas esperamos que una persona llegue y nos cuente a cerca de todo? Por supuesto que no, todos tienen sus mentiras. Y mi gran mentira, se irá conmigo a la tumba.

SEMANAS DESPUÉS.

04:41 am 06/08/10
En una semana saldré, he hecho cartas a todos, he dibujado rostros sin parar. Cada vez se nota más dolor tras estas paredes blancas que me separan del mundo exterior. Cada vez me siento más cansada, más perdida en el tiempo y espacio; cada vez estoy más cerca de ser libre.

***

-El último análisis Amelia, ¿Lista?
-Claro.- entré a la sala llena de aparatos y me senté en la misma silla fría y metálica de siempre.
-Antes de que haga los últimos análisis quiero darte algo pequeña. Te extrañaré.- Nathan sacó una caja negra con un moño blanco atado detrás de ella y me lo dio. Cuidadosamente lo abrí sacando lo que se encontraba dentro. Una gabardina color oliva, se veía muy cálida, era hermosa; admiré cada detalle de ella.
-No sé que decir, Nathan. En verdad te lo agradezco.
-Amelia, eres como mi hija. Te extrañaré demasiado pequeña.- dijo abrazándome y dejando un beso en mi cabeza.- Ahora basta de sentimentalismos, a trabajar.

Una hora después me encontraba en mi habitación semi dormida viendo CSI Miami con mi nueva gabardina puesta comiendo dulces de la maquina expendedora. Si me pagaran por comer dulces, posiblemente no sería millonaria puesto que como dulces una vez cada mil años, no siempre puedo encontrar el momento en el que Bethy no esté en la maquina intentando sacar todos los caramelos posibles. Poco a poco me fui quedando dormida...

-¿Amelia? Despierta Amelia...
-¿Mhm? ¿Quién eres? Déjame dormir.- dije volteando hacia la ventana para ver quien se osaba a quitarme horas preciadas para dormir.- ¿¡HARRY?!
-¿Quién más? Ven, vamos arriba.
-¿Qué demo... .- Y no tuve tiempo de terminar porque ya estaba siendo jalada del brazo por Harry y al llegar arriba todo estaba como un día antes de que se fuera... Sólo que esta vez estaba todo decorado con luces de Navidad y de fondo sonaba I Never Wanted to Go de Willamette Stone ¿Esto era real? .- ¿Qué es todo esto Harry?
-Un sueño.- Y con esas dos palabras abrí los ojos levantándome de golpe, en realidad había sido un sueño.

Lo extraño, en verdad lo hago.

Oops, no soy buena en eso de ser constante. Capítulo nuevo, por favor den a favorito si les gustó y si no ¿qué más da? Aún así den favorito Comenten "puré de manzana" si les gustó y sino comenten "piña colada" si creen que soy una irresponsable.

k.z.

Running From Say Goodbye.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora