10 de octubre de 2020
Estoy metido en un saco de dormir, encima de una cama en un albergue de un pueblo pequeño y perdido, a mi lado tengo a Estómago, es el típico amigo al que siempre ayudas aunque él no haga nada por ti, me habla de que calme su dolor, que no debí de comerme el corazón, por qué se me ha quedado atravesado en la garganta y ahora no puedo sacarlo de ahí...
-es cuestión de tiempo - dice Cerebro. El sabe que todo esto lo hace por mí, piensa que soy demasiado tonto y mediocre, sabe que no entiendo que el solo me examina, y que yo, imbécil de mi, no acudo a ningún examen.Hoy me he hospedado en un albergue, cuando he ido a rellenar la ficha he visto que alguien lo había hecho antes por mí, pidió una cama para dos, Incertidumbre y yo. No pude poner pegas, no tenía suficiente dinero en la cartera de mi conciencia como para dormir solo...
Cada día me siento menos "Ciego" del Lazarillo y cada vez más Don Quijote, mi escudero es Cerebro, el escribe lo que yo canto y así juntos sobrevivimos en esta estepa desolada, mi Dulcinea hace tiempo que falleció, mis gigantes...
También son imaginarios.