Mudanza.

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A la semana siguiente recogimos todo del piso y nos fuimos a Madrid a la casa de mis abuelos maternos, como siempre los reencuentros son emotivos pero lo que mas me gustó fue que tía Dory se habia mudado y podría contarle mis cosas y demás, como era de mi edad. Abuela me dio un abrazo y me dijo cuanto habia crecido en fin, lo mismo de siempre. Abuelo estaba entretenido en el golf como de costumbre. Me encanto el estado de la habitación no habian movido nada desde que me fuí hace 3 años, nunca me debí de ir a ese puto infierno.

Mamá me dijo que me inscribiria en un instituto privado de buen prestigio.

Yo pensé que todo me hiría mejor pero, la cosa no fue así.

Finalmente, llegó el esperado día. Sonó el despertador y lo apagué.

Me vestí con mis vaqueros y mi camisa blanca y las converse blancas que me compré el día anterior.

Me fuí hasta la salida de la casa, y mi madre me llevo en coche hasta el instituto nuevo.

Cuando lleguemos no había mucha gente, fuímos a visitar al jefe de estudios para que me diera el horario de las clases, me enseñara el instituto etc... Entré a segunda hora a las clases cuando entro toda la clase parece buena, incluso hice una amiga. Los profesores me presentaban ante los alumnos y no era nada igual que en el otro instituto, todos eran amables, simpáticos, no había punto de comparación.

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