Lia odiaba los días como hoy, los fines de semana en los que su cuerpo se sentía sin ánimos y perezoso, porque se quedaba pensativa sin razón, y a ella no le gustaba. Como ahora que su cabecita divagaba en lo hermoso que sería tener a alguien, alguien que la amé por quién ella es y no la haga sentir insuficiente. Tal vez no debió quedarse leyendo ese estúpido libro que la hacía creer en el amor, pero a quién engañaba, claro que deseaba darse besitos con el amor de su vida mientras oían canciones de su banda favorita, Day6.
Cerró los ojos, atrayendo más a su cuerpo el gran osito de felpa, el que irónicamente le había regalado su ex novia, y en el que llevaba recostada hace más de media hora. ¿Qué podía hacer con él? Era demasiado grande para desaparecerlo, y en su momento le había mentido a su madre diciendo que era un regalo de Yuna y Ryujin, sus mejores amigas, así que no podía regalarlo, venderlo, botarlo, o en el más feliz de los casos, quemarlo.
Y ¿Por qué le había mentido Jisu a su dulce, hermosa y ocupada madre?. Su mamá había tomado con cierta naturalidad el día que su hermano mayor le dijo que era gay, todo hasta que su padre llegó gritando que "no gastó todo su tiempo y dinero en críar a un maricón". Su hermano y ella ni siquiera se inmutaron, su padre era un idiota, siempre lo fue, y aunque su madre lo amaba, por suerte tenía claro que sus hijos iban primero. A pesar de todo esto, Lia sabía que su madre miraba con recelo, y un muy disimulado despreció al chico de cabello rojo que venía siempre tomado de la mano de Soobin.
Ella no quería eso, no podía permitirse decepcionar a nadie. Su hermano era increíble, de los mejores cinco de su carrera, y un gran beisbolista, pero ella era sólo Choi Jisu, torpe y soñadora. A veces se encontraba fanteasando con alguna chica bonita, o mirando de más a modelos, pero eso se iba de inmediato, ella encontraría un bonito novio, un chico, porque si las cosas no habían funcionado con Yiren era una señal, estaba segura.
Volvió su atención a su mejor amiga, la ex rubiecita se movía por toda su habitación batiendo su ahora cabellera azabache, la que llegaba casi a las caderas de la Shin menor. Por otra parte Ryujin estaba muy concentrada jugando quien sabe que en su ipad, maldiciendo cada tanto, haciendo que a Lia se le escapará una risa.
─¿Qué tal esto Lia? ─Yuna habló alzando un top floreado. La pequeña estaba muy ocupada armando el oufit indicado para visitar el nuevo arcade de la ciudad.
Jisu y Ryujin tenían un sentido de la moda muy bueno, pero a Yuna le gustaba tratarlas como muñequitas, además nada podía arruinar sus perfectos planes para el último fin de semana libre antes de volver al colegio, y las mayores nunca se resistían a la sonrisa de conejito de la pelinegra.
Lia asintió con una sonrisa. ─Es perfecto Yuna, pero ─esa simple palabra hizo que Yuna alzará una ceja. ─Me gustaría usar un vestido hoy ─Jisu completo su idea.
─Igual lo había elegido para mi ─soltó con su risita pícara, girandose para volver al armario de Lia. La castañita negó divertida, Yuna era un caso perdido.
─¡¿Qué?! ─exclamó Ryujin con una mueca. ─Mamá vendrá a buscarnos en una hora o no podremos ir —anunció Ryujin, apartando la mirada de su celular.
—¡¿QUÉ?!—ahora Yuna chilló preocupada. —¡Muévanse!, hay que arreglarnos, ya ya ya ─habló mientras tiraba a su hermana del brazo.
Lia río ante la expresión de Ryujin. Yuna estaba literalmente colapsando por una simple salida.
Sabía lo que vendría, tendrían una pelea de hermanas, tal como dos gatitos, y ella estaría en el medio para hacer balanza. Adoraba como era su vida gracias a ellas.
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i wanna be your girlfriend ─ yejisu
Fanfiction🍒! ֶָ ❝ no quiero ser tu amiga, quiero besar tus labios ❞ ᝰ ʏᴇᴊɪsᴜ ғᴀɴғɪᴄ ꒱.