Un sentimiento de culpa se repartia por mi cuerpo produjéndome un molesto insomnio y mi conciencia martilleaba en mi cabeza gritándome imbécil.
Pasaban los días y no había uno que no me acordara de lo ocurrido. Iba a la universidad llegaba a casa, mi padre regresaba del trabajo y me preguntaba por cómo me había ido el día, a lo que yo siempre respondía "bién".
Mi bandeja de entrada estaba llena de mensajes de Olivia, de Austin, de promociones; pero ni rastro de él.
Intentaba preguntarle a mi padre cosas que obligatoriamente respondieran algo sobre él, pero siempre respondía lo mismo, él nunca salía de su despacho y jamás lo había visto por la empresa, como si pareciera que viviese allí.
Necesitaba aclarar las cosas, aunque una gran parte de mí no encontraba las ganas de hacerlo, o quizá las fuerzas.
Me dirigía a la universidad con mi ford 500 rojo mientras repasaba el exámen de ese día mentalmente. Salí del coche al tiempo que cerraba fuertémente la puerta. Escuché la voz de Olivia gritar mi nombre.
- ¡Alex!- gritó captando toda mi atención.
-Dime Olivia- contesté algo apagada.
- Tía, ¿qué te pasa?- cambió su cara por completo.
- Nada, simplemente estoy muy cansada, ya sabes, los exámenes-.
- Mmm, bueno- Olivia no sonaba del todo convencida- tía pues que estaba muy preocupada por tí, he estado buscándote en las clases pero salías de aquí corriendo, te he llamado y no me contestabas ni a las llamadas ni a los mensajes y por fín te encuentro y es como si quisieras escapar, ¿ estás enfadada?-.
- Olivia, a ver solo estoy cansada, eso es todo-.
Rápidamente retomé mi camino acompañada de Olivia hacia mi clase de anatomía humana.
Abrí mi ordenador portátil para ir copiando apuntes. También abrí mi correo ya que me había mandado unos apuntes de un día que falté a clase. Aunque sí atendía en clase y me gustaba, siempre había momentos en los que me aburría y lo único que hacía era mirar la hora en mi laptop o revisar si tenía algún mensaje en mi móvil.
Por mi suerte, un sonido leve pero preciso atrajo mi atención hacía mi móvil.
De: papá
Hija, sé que estás en la universidad pero necesito que vengas a por mí al trabajo, mi coche se ha estropeado y la grúa acaba de venir a por él.
Te quiero cariño.
Perfecto, ahora debía dirigirme a por mi padre, y lo mejor, al sitio mas indicado.
Cerré mi ordenador rápidamente y salí disparada de la clase, a pesar de que quedaban 7 minutos para que finalizara. Abrí mi choche y fuí directa hacia la empresa en dónde trabajaba mi padre.
Podía divisar los demás coches, pero hubo uno que me llamó la atención. Era un mercedes negro, con llantas brillantes y los cristales tintados. Parecía como si me estuviera persiguiendo y constantemente miraba por el retrovisor muy intimidada.
Llegué allí, Hudson inc.
Era tan extremadamente grande aquel lugar. Todavía me venían los recuerdos de la primera vez que fui.
Para mi sorpresa, el coche que "me perseguía" entró en el recinto. La barra que separaba aquel sitio se elevó dejando pasar a aquel coche.
Llamé varias veces a mi padre pero no lo cogía, así que me dispuse a entrar en el recinto, pero el señor que había allí vestido como de guarda de seguridad me lo impidió.

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Cegada .
RomanceAlexa Brown, de 22 años es una estudiante de medicina en la universidad de Los Ángeles con una vida típica universitaria; amigos, fiestas, sexo,.. Su vida cambia completamente cuando conoce a George Hudson, un atractivo jóven multimillonario de 29 a...