Capitulo 57: Entrenamiento con los Sitri, parte 4

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El último día había llegado, justo enfrente de Sona, estaba el pilar de agua que ella había levantado sin ningún problema, esto era tan natural para ella como respirar, pero ahora llegaba la parte más difícil.

Tomando algo de aire, Sona junta sus manos en modo de plegaria, su aura se eleva por el ambiente, generando que destellos azules oscuros salgan de su cuerpo, su aura le cubrió completamente, entonces en menos de un segundo está cambio, se volvió más violenta y más clara.

El pilar de agua enfrente de ella empezó a cambiar, las partículas de agua condensadas en el aire mediante la meditación de Sona se empezaban a cristalizar, un proceso donde, usando todo el control que posee sobre el aura, debe de enfriar mediante sus mismos átomos las moléculas de agua, logrando cristalizar lo suficiente para poder crear el hielo, al menos ese era el proceso químico que ella había estudiado por mucho tiempo para poder entender el porque se enfriaba el agua, a tal grado que las moléculas cambiaban de estado líquido a sólido, claro que una cosa era decirlo y la otra hacerlo.

Sona sudaba mucho mientras se mantenía concentrada, el aura condensada alrededor de su cuerpo empezó a volverse algo inestable, a causa de eso, el agua empezó a distorsionarse dentro del mismo pilar de agua, mientras Sona intentaba por todos los medios poder enfriar lo suficiente los átomos, no noto el descontrol que tenía justo enfrente.

Ocurriendo lo inevitable, el pilar de agua se deciso mientras cientos de gotas de agua caían sobre el piso de cerámica decorado con bellas ninfas de agua, hermosas mujeres que danzaban al lado de un Rey, logrando mojar a Sona por décimo cuarta vez en esa semana.

Escupiendo el poco líquido que logro pasar por sus labios, suspiro para soltar - esto es un asco....-.

Issei estaba en un bosque mas profundo, casi saliendo de los confines del territorio del castillo, entrando en tierras desconocidas incluso para el mismo castaño, el cual ahora se encontraba algo medio ido de este mundo, centrado en sus pensamientos, o más bien, centrado en su batalla interna.

Intentado nuevamente su nuevo y poderoso ataque, y otra vez volviendo a fallar, algo de frustración se le escapó de dentro.

¡Ahhhhh! - gritaba luego de otro intento fallido, y en un intento de calmar su ira - [¡ASESINO DIVINO!] - dijo mientras materializaba su fiel espada y la envolvía en sus temidas llamas negras, lanzando un corte adelante liberando una ráfaga de fuego negro y destrucción que arrasó con todo a su paso de camino a una montaña, reduciendo la a simples cenizas.

Respirando algo agotado después de ese demoledor lloriqueo, Issei regresa a su espada de nuevo a su funda.

Maldita sea.... - dijo para si mismo más que todo.

[Intentemos otra cosa, compañero] -.

¿También crees que es estúpido Ddraig? - dijo Issei algo enojado.

[No, por qué casi no queda nada que destruir] - le recordó el dragón en su interior ese pequeño detalle. Después de todo hace más de dos horas que Issei perdió  toda la compostura.

Si lo sé, lo sé pero....- dijo Issei.

[Tranquilo, pero, lo mejor es aprender a manejar el aura mucho mejor] -.

Jaaaa, lo mejor es irnos, ya casi es hora - dijo Issei, caminando de regreso, dejando medio bosque destruido.

Saji, el último miembro que quedaba por entrenar, a parte de Sona y Tsubaki estaba en el jardín del castillo haciendo unas flexiones, que más que eso, parecían que no quería levantarse del piso.

Vamos, Saji-kun, que no tengo todo el día - dijo Hanji al rubio medio muerto.

E-es....que....es muy difícil.....- dijo Saji.

El Pecado del Dragon Emperador RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora