La historia de go toubun no hanayome pero con los personajes con géneros invertidos, al igual que mi otra historia de este estilo, usaré los nombres de la misma forma, aunque cambiaré el Kun por chan
Antes de empezar esta nueva historia hay que aclarar unas cosas, el diseño de los personajesserán para los quintillizos el de la imagen superior, y la de futarou la de la portada, para evitar confusiones gracias, y porúltimo, si pueden pasar por el Instagram de el dibujante de las imágenes que usaré se les agradecería: Shiro saeki y díganle que van de mi parte o en twitter como shiro okami.
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-Por favor venga por aquí, ya el novio la está esperando.
(Estaba soñando sobre ese día en mi segundo año de secundaria cuando te conocí).
(Estaba soñando con ese día de ensueño).
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Se puede apreciar una joven pelinegra formada frente a la cafetería de lo que parece ser la escuela donde asiste.
-un menú de carne a la parrilla, sin carne por favor.
-Aqui tienes-, dijo la cocinera entregándole una bandeja con el pedido de la chica.
-¿Que le pasa a esa tipa?-, dijo una chica que se formaba detrás de la pelinegra.
(Puede que piensen que el menú más barato se la cafetería es el arroz que vale 200 yenes, pero eso es falso, si uno ordena el menú de carne a la parrilla que vale 400 yenes, pero le quita la carne que vale 200 yenes, ¡puedes conseguir sopa de miso y vegetales por el mismo precio!).
-(¡La cafetería de la escuela es lo mejor!, ¡puedes incluso tomar cuanta agua quieras!)-, pensaba la pelinegra hasta que alguien pasó detrás de ella y la empujó.
-vamos hay que apurarn... ah, disculpa-, dijo el chico que la empujó antes de irse.
-La cafetería apesta...
La pelinegra comenzó a caminar rumbo a una mesa mientras era vista por los demás alumnos que comían sus almuerzos.
-Mira, Uesugi-chan está sola otra vez.
-Una lástima viendo lo linda que es.
-pero no crees que es muy seria y da algo de miedo acercarse a ella.
-Hmf, ellos no comprenden los beneficios de la soledad. Bueno esas personas no tienen nada que ver conmigo....... ¡así que a quien le importa!-, dijo pero cuando estaba apunto de dejar su bandeja de comida en la mesa donde se sentaría, la bandeja se encontró con otra estrellándose no tan fuerte como para voltear los alimentos.
