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Después de haber llorado tanto, Kail durmió todo lo que restaba de la tarde y noche, despertó hasta el día siguiente con un fuerte dolor de cabeza y sus ojitos hinchados por tanto llanto. Sé levantó de su cama desanimado y entro al baño para ducharse y que su mente se relajara un poco.

Al salir ya cambiado, con una toalla en su cabeza escuchó la puerta ser tocada.

– Niño Kail, ¿Ya despertó? – Escuchó la voz de su niñera "Nini" al otro lado de la puerta.

– Lo estoy, puedes pasar – Mencionó corriendo a recostarse a su cama para esperarla.

– Buenos días, mi niño – Saludó cuando abrió la puerta – Te levantaste muy temprano hoy – Le dijo poniendo la bandeja de llevaba con ella en la mesita de noche.

– Dormí mucho, ahora tengo más energía – Sonrió.

– Eso es bueno, toma este té – Le acerco la taza con el líquido caliente – Te va a relajar, sé que estuviste hasta tarde – Acarició su cabello.

– Lo siento, no me sentía muy bien – Bebió del contenido de la taza – Haces el mejor té que cura el corazón, Nani – La miró sonriendo, recibiendo lo mismo de la adulta.

– Te tengo una sorpresa, termina tu té

Cuando recibió un asentamiento del omega se sentó a su lado, y hablaron de como iba la escuela, sin querer tocar tanto el tema del porque había llorado tanto el día anterior; Una vez Kail terminó el té, se levantaron y salieron juntos de la habitación, llegando a la planta de abajo se encontró con dos figuras paradas en la sala de estar.

– Oh, mi bebé – Exclamó su mamá una vez que lo vió, corrió a abrazarlo besando sus mejillas – ¿Cómo estás, mi amor?

– Estoy bien, mami – Dijo con una sonrisa amplia aceptando el abrazo de su madre

– Hola, cariño – Su madre se acercó a ellos revolviendo el cabellos de su cachorro – Trajimos algo para ti, ven

Asintió y los cuatro fueron a los sofás de la sala para sentarse ahí

– Mira, bebé, esto es para ti – Una de sus madres le acercó una bolsa con el logo de su empresa – Y está es para ti, Nini – Haciendo lo mismo, le acercó una bolsa igual a su Nana quien les dió las gracias y se retiró de la casa.

– Ábrelo, queremos ver si te gusta – Su madre estaba sonriendo ampliamente, junto con su esposa, se veían tan felices, lo hacían olvidar lo malo que había pasado antes.

– ¿Qué es? – Abrió la bolsa sacando el contenido de esta, extendiendo un suéter de lana con un estampado de calavera – ¡Ahh, es muy bonito, muchas gracias! – Se levantó para abrazar a sus madres.

– No es nada, cariño, sabíamos que te había gustado cuando te mostramos el diseño antes, y queríamos que fueras el primero en tenerlo.

– Muchas gracias, madre, las amo.

– Nosotras a ti, bebé – Correspondieron ese abrazo quedándose así por un rato.

Unos minutos después se desplazaron al comedor para desayunar mientras se ponían al tanto, ya que no se habían visto durante varios días por los viajes de negocios que habían tenido que hacer sus progenitoras

– Entonces, corazón, ¿Cómo te ha ido? ¿Qué ha pasado estos días?, Cuentanos todo

– Bueno... Todo a estado bien, supongo – Rascó su nuca nervioso

– ¿Supones? – Le cuestionó su madre mirándolo con duda

– Bueno, es que he tenido unos  cuantos problemas con mis amigos, pero nada fuera de eso – Sonrió ligeramente

– ¿Y esa marca en tu muñeca, bebé? – Señaló su mamá, rápidamente la cubrió y bajó mano de la mesa

– Es que bueno... Verán...

– No te preocupes, cariño, puedes contarnos con confianza – Su madre me regaló una sonrisa sincera que lo hizo sentirse seguro de lo que diría.

– Lo que pasa es que mi pareja a estado un tanto extraño y pues, ayer se le pasó la mano, mal entendido lo que estaba haciendo con mis amigos y me tomó muy fuerte de la muñeca. – Bajó la mirada desanimado, hubo un momento de silencio entre sus madres.

– Kail, ¿Estás bien?, Él no tiene porqué hacer eso, cariño – Le dijo su mamá con una expresión de preocupación tomando su mano

– Si vuelve a hacer algo así nos dices, hijo, el no tiene derecho a eso y está mal, yo me voy a encargar de que no te vuelva a hacer ese tipo de cosas – Habló su madre

– Está bien, yo estoy bien, agradezco mucho su preocupación, les diré si vuelve a pasar algo así

– Muy bien, ¿Qué se cree ese tipo?, Igualado. No le hagas caso, Kail, tú no eres el esclavo de nadie para que tengas que hacer lo que el dice – Mencionó con enojo escuchando las risas de su esposa e hijo

– Madre, no digas esas cosas, yo voy a estar bien

– Es que eso no puede ser

– Ya, mi amor, tranquilízate y deja al pequeño tranquilo – Le hizo caso a su cónyuge y siguieron comiendo hablando de otros temas.

Kail les contó más sobre sus amigos y ellas le dijeron que esperaban que algún día se los presentará, al igual que también les presentará a su novio para poder hablar con él, su madre siguió bromeando con que le daría un susto para que se quedará quieto y lo tratara mejor. Kail entre risas simplemente asintió despidiéndose de sus madres para ir a hacer sus pendientes.

Más tarde, cuando terminó de hacer sus cosas y estaba en la sala de estar viendo algún programa en la televisión su mamá de acercó a él y se sentó a su lado para ver aquel programa junto a él mientras le hacía mimos en el cabello.

– Bebé – Le habló su madre luego de un rato.

– ¿Si? – Volteó a verla sonriendo

– Regresando al tema del desayuno, si es que no te molesta

– ¿Qué pasó?

– Cariño, sé que eres alguien inocente y positivo – Miró a su hijo que tenía una mueca de confusión – Sé que aún así eres muy inteligente, sé que puedes amar mucho a una persona, pero por ese amor, no hay que dejar que hagan lo que quieran contigo, tú tienes que ser lo más importante para ti y poner límites sobre las personas, sobre todo con las personas que te pueden hacer daño.

– No entiendo que quieres decir

– Lo que quiero decir es que no te dejes con tu novio, por más que lo ames, una persona que te ama siempre va a ver por tu bien y no te va a lastimar de esa forma, ni te va a separar de tus amistades, y si lo vuelve a hacer, tienes que hacer algo para ponerle un alto – Acarició su cabello con cariño.

– Está bien, mamá, entiendo, no te preocupes, buscaré una forma de solucionarlo y que no me haga más eso – Sonrió besando la mejilla de su mamá para seguir viendo aquel programa juntos.

Ese día Kail durmió tranquilamente, con el cariño y la atención que le habían estado dando sus mamás se sentía menos solo; ahora sabía que tenía el apoyo de ellas y tenía más valor de poder ponerle un alto a Elías cuando volviera a hacer algo así, ya no se lo iba a permitir.

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2023 ⏰

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