Escucho la puerta de la entrada cerrarse y se dejo caer en la cama. Estaba siendo tonta, absolutamente. Se sentó en su cama y se quito la toalla para ponerse la ropa interior, el top azul y sus jeans. Se puso unas sandalias blancas y camino hasta el baño para arreglar su cabello, se lo seco y lo dejo suelto. Salió de la habitación y bajo las escaleras para dirigirse a la cocina. Moría de hambre. Saco unos huevos de la nevera, y se los llevo a la mesa. Miro la hora, casi las 1 del mediodía, no le extrañaba que los chicos estuvieran de los nervios. Escuchó el timbre sonar, no iba a ser un día tranquilo como lo suponía.
Abrió la puerta de la casa y vio a sus dos amigas con una gran sonrisa en el rostro.
- ¡Ey! -grito Pau abrazándola. La castaña rio.
- Hacia mucho tiempo que no nos vemos -dijo Ray haciendo un puchero.
- No nos vemos desde anoche -se defendió ella.
- Claro, Zayn te mantuvo ocupada -la pico Ray riendo. ____ le pego en el hombro.
- Déjala Ray -la defendió Pau también riendo.
- ¿Que hacen aquí? -pregunto _____ cambiando de tema.
- Te invitamos a una fiesta -sonrió Ray.
_____ enarco una ceja.
- Estoy cansada, Ray -respondió para después caminar de nuevo hasta la cocina. Escucho la puerta de la casa cerrarse, y después pasos detrás de ella.
- Vamos, será genial -insisto la rubia agarrando su mano. Parecía una niña pequeña haciendo un puchero.
_____ rio, y miro a Pau quien tambien la miraba suplicante. Sonrió.
- Vale, vale, pero no me quedaré mucho tiempo -acepto, Ray la abrazo.
- Bien, porque no seria igual sin ti -comento para después soltarla y mirar la nevera- ____ tengo hambre, ¿no has preparado el desayuno? -pregunto frunciendo el ceño.
- Acabo de levantarme -dijo encogiéndose de hombros.
- Te ayudaremos -Pau sonrió.
La mañana paso rapidísimo entre risa y risa, después del desayuno se habían ido al salón a hablar de sus cosas. Le habían sacado más de un color en las mejillas a Ray, al sacar el tema de Noah. La fiesta a la que tanto había insistido Ray en ir era en una casa a las fueras de Londres, y por lo que ella decía seria genial. Las tres se levantaron del sofá, y caminaron a hasta la entrada. La castaña se despidió de sus amigas.
- Volvemos dentro de unas tres horas, prepárate -informo Pau señalándola con un dedo. Ella solo asintió.
- Bien, nos vemos ahora -se despidió. Cerro la puerta de su casa después de que escuchara como el auto arrancaba. Suspiro.
Fue hasta el salón y se acostó en el sofá, tres horas. Puso la mano en sus ojos y los cerro, le pesaban los parpados, se mordió el labio al recordar la causa del cansancio. Escucho sonar el teléfono de la casa, se aparto la mano de la cara y miro el teléfono con molestia. ¿No podría tener unos minutos de descanso? Se levanto del sofá y arrastro los pies hasta él y contesto:
- ¿Si?
- ¡_____! -escucho una voz cantarina al otro lado. Y con un extraño acento.
- ¿Quién habla? -pregunto confundida.
- Que bonito y que rápido te olvidas de tus queridísimas amigas en España -escucho en su voz un tono de indignación fingida. De pronto sonrió al venírsele a la cabeza la única que persona que de verdad apreciaba en aquel país.
- ¡Angie! -soltó riéndose.
- No, querida, soy tu abuela -bromeo al otro lado haciéndola reír- Eso esta muy feo _____, reírse de tus mayores -la escucho reírse al otro lado- ¿Por qué no habías llamado? Me lo habías prometido.
De pronto se sintió culpable. Angie era una de sus mejores amigas en España, la primera que le había hablado.
- Angie, lo siento, no me había acordado -se mordió la lengua y la escucho suspirar.
- Bueno, vale; te perdono. Pero espero que de verdad hayas estado entretenida allí, porque si no, no te lo perdonare -la castaña rio al comentario de su amiga.
- Si, muy entretenida -casi suspiro, escucho al otro lado un silbido por parte de Angie.
- No puede ser, _____. -escucho la sorpresa en la voz de su amiga- ¿En serio ya... ya? -pregunto sabiendo que la castaña sabría a que se referia.
- Ya -admitio ella. Angie rió.
- Sabía que Londres te haría bien, por eso.. yo también iré las últimas semanas de vacaciones, ¿qué te parece?
