Atrapado ~KabuSasu~

VI

Pov. Kabuto

Me desperté antes que Sasuke.
Se veía tan lindo y relajando, puede que me dé la paliza de mi vida, pero valió la pena y no me arrepiento de haberlo hecho.

Llevo tanto tiempo ocultando lo que siento por Sasuke que ya no puedo seguir guardando lo.

Traté de no pensar en él y de olvidarme de mis sentimientos por él, pero era inevitable puesto que vivíamos donde mismo.

Fue imposible para mí no caer a sus pies, ante su belleza tanto interna como externa.

Estoy atrapado en este sentimiento.

En esta jaula que no me atrevo abrir y liberarme de ella, la cual no me permite decir lo que siento.

Sasuke comenzó a moverse, y ví que abrió los ojos lentamente.

No creo que sea buena idea seguir así, estaba abrazando a Sasuke y su cabeza estaba recargada en mi hombro, iba a separarme, pero sentí que Sasuke me abrazo.

Volteo a verlo y el escondió su cabeza entre mi cuello y mi hombro.

–. Eres un idiota.– lo escuché decir.

Solté una risa y lo acerqué más a mí.

–. Pensé que querrías matarme.–

–. Estaba pensando en hacerlo.– respondió asomando su cabeza –. Pero no tengo la energía para hacerlo.– volvió a recostar su cabeza en mi pecho.

–. Bueno, entonces aprovecharé que no tienes energía para defenderte.– dije separándome y poniéndome encima de él.

–. Idiota.– lo calle besando sus labios.

El beso era tranquilo sin ningún tipo de morbo.
Quería transmitirle lo que no me atrevo a decirle.

Al separarnos ví que Sasuke tenía un leve sonrojo en sus mejillas.

–. Eres lindo.– dije besando una de sus mejillas.

–. No digas esas cosas.– respondió avergonzado.

–. Es la verdad, eres demasiado hermoso para este mundo.– besé su otra mejilla.

Dejé besos por todo su rostro mientras acariciaba su cintura.
Él empezó a soltar suspiros; me acerqué más a él y lo besé, está vez en los labios, disfrutando del sabor y textura de ellos.

El beso empezó a ser más intenso, Sasuke llevo sus manos a mi cuello haciéndolo más profundo.
Separé sus piernas colocándolas a los lados de mis caderas y empeze a moverme, logrando una fricción deliciosa entre nuestros miembros.

Sasuke gimió entre nuestros labios, bajé a su cuello y empecé a dejar marcas y besos en el.

Me separé de él y lo observé, era tan hermoso y caliente a la vez, sus ojos también me veían fijamente, con lujuria y deseo en ellos.

Me bajé de la cama y lo cargue, haciendo que enredará sus piernas en mi cintura y sus brazos en mi cuello.

–. ¿Pero qué demo....– no deje que terminara porque lo estampe en la pared más cercana a nosotros y empecé a besarlo con deseo.

Llevé una de mis manos a su espalda baja, sosteniendo lo, y la otra a su tracero, apretándolo.
Metí dos de mis dedos en su entrada y empecé a mover los, Sasuke se separó del besó soltando un gemido de sorpresa y dolor.

–. Relájate cariño.– dije en su oído y moví más mis dedos, adentrándome lo más que podía.

Sasuke soltaba gemidos que trataba, inútilmente, de callar.
Metí otro dedo y los moví simulando embestidas.

~ Aah ah Ngh~

Retire mis dedos escuchando un gemido de protesta de parte de Sasuke, acerqué la punta de mi miembro a su entrada.

–. No comas ansías Sasuke-kun.– dije pasando mi miembro por su entrada, pero sin meterlo.

–. C-callate .– respondió mientras llevaba sus caderas hacia abajo, haciendo que mi miembro empezara abrirse camino dentro de él.

~ Mmh ~

~ aahh~

Ambos soltamos un gemido de satisfacción al sentirnos unidos.

Empezó a moverse de forma lenta, pero gloriosa.
Llevé ambas manos a su cintura y me moví, encontrándome con sus movimientos, logrando sacar más gemidos de ambos.

Las embestidas empezaron a tomar más fuerza, más rapidez y más profundidad, llegando así al punto dulce de Sasuke que provoca que todo su cuerpo tiemble de placer.

El cuarto está lleno de gemidos, suspiros y gruñidos de placer, al igual que era llenado del sonido de nuestros cuerpos chocando y del olor de una combinación de sexo, lujuria y pasión.

Sentí las uñas de Sasuke encajarse en mi espalda, como arqueaba su espalda y su entrada más apretada mientras soltaba un gran gemido, se había corrido.
Unas embestidas más y también me corrí fuertemente, dentro de él.

Dejé un beso en sus labios y, sin salir de él, camine a la cama.

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