Capítulo VIII

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Su espalda chocó contra la pared al tiempo que nuestras respiraciones se mezclaban, escuchar su gemido encendió mis sentidos.

-Quiero tomarte -me escuché decir.
-Sí, ahhh tómame Yoongi -su lengua paseó por mi quijada hasta que tomó entre sus labios el lóbulo de mi oreja para succionar suavemente.

Mis manos sujetaron su trasero con fuerza y dejé que comenzara a desvestirme, cuando ambos estuvimos completamente desnudos cayó sobre sus rodillas y comenzó a darme el mejor sexo oral que jamás recibí.

-Yoongi -llamó chupando mis testículos, haciéndome gemir-antes de que Dae llegue... Por favor, te deseo tanto.

Tomé a Taehyung de la estrecha cintura y lo arrojé sobre la cama que compartía con mi amigo, sus ojos oscurecidos por la lujuria me observaron y chupó tres de sus dedos para introducírselos, dejando salir gemidos mezclados con mi nombre.

-Ahora sí vas a saber lo que es un hombre de verdad bebé -dije quitando su mano de un golpe y alineando mi miembro con su entrada. Pentrandolo en un solo movimiento, adorando el gemido de placer que abandonó sus labios.

-Dame duro daddy -pidió enredando las piernas alrededor de mi cintura -quiero sentirte entero.

Y no me detuve, aún cuando sabía que estaba mal, que era totalmente incorrecto, que era el maldito prometido de mi mejor amigo, había sucumbido a sus caricias disimuladas en las reuniones sociales, sus sonrisas coquetas y sus sutiles pero provocativos comentarios.

¿Quién era Taehyung? ¿Qué demonios tenía en él? Era irresistible, era provocador, era la lujuria encarnada, su sola mirada te llevaba a traicionar todo lo que conocías con tal de poseerlo y una vez que lo tenías... Jamás era suficiente, te daba ese maldito aire de poder, te hacía sentir indestructible, era el mismo demonio, mataba la amistad en un solo batir de sus largas pestañas tan erótico, tan sensual ¿Qué tenía Taehyung? Porque estaba seguro que jamás quería alejarme de él.

Hoseok POV.-

El florero cayó al suelo haciendose añicos y además formando un estruendo que nos sobresaltó a ambos. Mi vista se posó sobre los cristales rotos y en seguida Taehyung cayó sobre sus rodillas para comenzar a levantar los pedazos de cristal.

Lo recorrí entero con la mirada, pasando por sus ojos enrojecidos e hinchados, sus labios ligeramente resecos, sus cabellos sedosos y revueltos y su cuerpo que era la maldita lujuria.

-Está bien -dije arrodillándome junto a él y tomando los cristales de sus manos -vas a hacerte daño amor.

-Lo lamento -respondió retrocediendo y quedando sentado contra la pared, secó sus lágrimas con la manga de su pijama y dejó salir un suspiro -perdón...

-Está bien, todos tenemos derecho a ser torpes -sonreí encontrando su mirada -tú eres abusas un poco de ese privilegio, pero así te amo Taehyung.

Él dejó salir el aire por su nariz y esbozó una sonrisa para luego asentir.

-Es horrible -volvió a quejarse mientras las lágrimas llenaban sus ojos una vez más.

-Has engordado -rodé los ojos, encantado por su dolor -no es importante bebé.

-Hoseok estamos a un mes de la boda -volvió a sollozar -no sé cómo pasó, yo me he cuidado tanto porque quiero estar perfecto para ti y ahora...

-Y ahora tienes tres kilos más encima -dejé salir una risa que no pude contener -ni siquiera se nota, se fue todo a tu trasero así que está bien.

Until your dead do us apart - HopeV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora