III

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Ella lo miro y le pregunto – Te creyó

No se – respondió el. Ella le acarició el cabello y le beso los labios

Baby – susurró, sentándose con cuidado en el borde de la cama. – Voy a estar de vuelta pronto. Te lo prometo. – Se inclinó por última vez, sus dedos largos cepillado mejilla Gohan – Trata de no moverte demasiado, querido. La forma en que estás, por el momento, se mira positivamente... delicioso. – se levantó de la cama y sin que él se dé cuenta tomo la camisa de él, camino hacia puerta, la abrió y se fue cerrando la puerta detrás de ella. Gohan gimió, dando vueltas en la cama y enterrando la cara en la almohada.

En Montañas Paoz. Milk se encontraba viendo en sus manos el teléfono

No le creo. Pero es mejor que le dé su espacio, como me dice Bulma. Es Gohan, no debe estar haciendo nada malo ¿Verdad? – se preguntó mirando hacia nosotros

En la ciudad, en la habitación de Angela. Después de unos minutos, Gohan decidió levantarse de la cama, aunque ella le había prometido que no se tardaba en volver. El no podía seguir acostado, se sentí un objeto sexual. 

Busco por el piso su ropa, sus zapatos y no los encontró. No los podía encontrar, el había visto a Ángela con su camisa. En donde habrá dejado sus cosas. Se acercó a los closets que había en la habitación y lo único que encontró fue una bata de seda de color rojo cobrizo que apenas le llevaba a sus rodillas, se la puso por mientras para deambular por la casa. Al salir de la habitación encontró una gatita de pelaje color crema que lo empezó a seguir

Mientras caminaba le había empezado a dar hambre, recordó que en la habitación había una bandeja con cosas para comer y se dijo que sería mejor dejarlo para más tarde. Minutos después de recorrer la casa, abrió una puerta al final del primer piso. Era la cocina donde encontró a dos personas conversando uno era el mayordomo Harold y la señora mayor debe ser la criada que había nombrado Angela

O por dios – dijo la mujer mirando a Gohan

Disculpen si los moleste, buenos días – les dijo Gohan agachando la cabeza. El mayordomo se le acercó

Joven, buenos días. Comprenda a la mujer, mírese como esta vestido – le dijo el mayordomo. Se dio cuenta que la bata era transparente y se veía todo sus cuerpo – joven, le aconsejo que vaya a la habitación de la señorita. Más tarde le entregaremos su ropa, en estos momentos se está lavando, tenía mal olor.

Creo que tiene razón, voy al segundo piso. Disculpen – Gohan se va retirando, cuando la señora lo detiene y le entrega un papel

Tome, se lo dejó la señorita Ángela – le dijo la mujer

Gracias – le respondió y se retiró. La mujer se le quedo viendo

Parece un joven agradable – dice el Harold y la mujer respondió

Pero muy despistado – y se quedó mirando la puerta por donde se fue Gohan. Mientras Gohan iba subiendo por la escalera y leía la carta

Queridísimo Gohan

Estoy eternamente arrepentido de haberte dejado solo de esa manera, al no estar mis padres me tengo que encargar de unas cosas de negocios, espero volver pronto.

Con todo mi amor y pasión...

Angela...

La carta por su alrededor tenía corazoncitos, la de una chica enamorada. Pero mientras entraba a la habitación se puso a pensar cómo llegaron a esto. El recuerda que anoche vivieron, seguramente sus hormonas los llamaron y pasó lo que pasó. El al despertar había pensado irse inmediatamente pero al final fue persuadido por Angela para quedarse y mentirle a su madre. Se quitó la bata y la dejo en donde la había encontrado, se acercó a la bandeja que estaba en el suelo al lado de la cama y cogió una de las dos copas de jugo, tomando un sorbo. Era bueno, dulce para su gusto además de dejar una sensación de frescura. Después de que se sirvió el jugo, Gohan decidió tomar una ducha. No había tenido uno desde ayer, antes de la ducha y, francamente, la acción de anoche le había dejado sudoroso y pegajoso. Se dirigió al cuarto de baño de Angela y cerró la puerta detrás de él, sin molestarse en cerrar.

Entró en la ducha de Angela, al paso de los minutos se empezó a relajar. Sin darse cuenta que alguien lo observa. Minutos después sintió su energía y se dio vuelta

Ella se le quedo viendo de arriba abajo – ¿Gohan? ¿Baby? ¿Qué estás haciendo en la ducha?

Me sentí... ah... sucio. Desde anoche, ¿sabes? – le respondió el

Hubo una pausa.

... Está bien – pregunto ella – la Silueta de Angela se acercó. Los ojos de Gohan se abrieron como platos. – ¿Te importa si me uno a ti, mi amor? Sé que te deje frío esta mañana...

Se escuchó fuerte y claro la respuesta de Gohan – ¡No! – Angela parecía sorprendida por el pánico en la voz de Gohan. Trató de poner remedio a la situación. – Quiero decir, no, no me dejaste... frío...

No podía soportarlo más. Era demasiado. – ¿Gohan? ¿Qué sucede? Tienes vergüenza –le preguntó. Ella abrió la puerta corrediza de la zona de la regadera.

Si – susurró él. La miro frente a frente y tuvo que admitir que se veía bien. Ahora se percato de cómo estaba vestida, antes no se había fijado. Se había vestida con sencillez, sólo llevaba una camiseta amarilla, un cinturón blanco y pantalones azules. Y sus pies se encontraban al descubierto. Cuando vio a Gohan, su piel casi se levantó.

 Aunque lo había visto desnudo durante la noche, ahora todo estaba iluminado y podía observar su cuerpo en toda su gloria. Sin pensarlo dos veces se desnuda y se metió con él a la ducha, cerrando las puertas

Voy hacer que te relajes. Cariño – le dijo dándole un beso en la boca. Luego se movió para estar más cerca de Gohan, contra su pecho, murmurando palabras dulces al oído. Gohan se estremeció, pero él no se movió. Sobre todo cuando la mano de Ángela se inclinó para tomar su miembro en su mano. Se atragantó como Ángela comenzó a masturbar, duro, pero cuidando, porque no quería hacerle daño.

Todo va a estar bien amado – le susurro ella

Oh, Ángel... Oh, Dios...- gritaba Gohan

¿Te gusta? – Susurró Ángela – ¿Sí? ¿Qué tal esto? – Angela le dio la vuelta, sigue masturbando al mismo ritmo acelerado, y se encontró con los labios de Gohan. Gohan dio un audible gemido y echó sus brazos alrededor del cuello de Angela, inclinándose, tratando de acercarse a ella.

Sí... sí, Ángela, sí...A-Angela...ahh... – El bombeo se había alcanzado un ritmo de adormecer la mente. Gohan reprimió un sollozo, enterrando su cabeza en el hombro de Ángela, una vez más mientras se mecía sus caderas contra su mano, tratando desesperadamente de aumentar la sensación. Ángela acercó su cara de nuevo hacia él, aplastando sus labios, dándole un beso con tanta lujuria se podía de dar y apretando duro gemido de  Gohan .

Baby – jadeó Angela, su propia respiración fuera de control ahora. – Te necesito. Ahora. Gohan le respondió de la misma forma, lamiendo y acariciando sus melones

Minutos después se encontraban en la habitación en la cama, Angela se levantó puso sus manos contra la pared, dándole una vista única de su retaguardia, que deja al visto una vagina de color rosa tenue. Señalándole al saiyajin llegar allí. La mirada lujuriosa mismo apareció en su rostro, como su una bestia cobrará la razón y la conciencia del chico. – Una ronda más, mi héroe. Necesito mas de ti. Quiero más, Gran Saiyaman – luego Gohan recobro al de su conciencia y recordó cómo llegó allí, ella lo estaba chantajeando por su secreto. Pero ella no lo chantajeaba por ello, como ustedes saben. Lo que si durante la noche, el Saiyayin hablo dormido revelando su identidad. Sin pensarlo dos veces se levantó de la cama y se acercó y entró en ella sin una misera pizca de piedad. Parece que aparte del chantaje el estaba sintiendo algo por ella.

Un Universo DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora