Capitulo 49.

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Jaden me sujetó de la espalda, temeroso de que me cayera

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Jaden me sujetó de la espalda, temeroso de que me cayera. 

-Usted señor, no tiene por qué tocarme-retiré su mano de mi espalda y le fruncí el ceño en un gesto mal hecho.

-Será mejor que nos vayamos, Kate. Gaspar-sacó su billetera y luego de ella, un par de billetes que aventó sobre la barra-, quédate con el cambio. Gracias por llamarme. 

-¿Por qué pagas mi cuenta? ¿Quién te dio el permiso?-le miré, aun ceñuda y con voz torpe. 

-Vámonos, Kate.

  -Pues yo no me quiero ir-rezongué y luego me crucé de brazos. 

-No seas ridícula, Kate. Vámonos-me instó a seguir caminando pero me detuve y luego me tambaleé por el esfuerzo-. Si es necesario sacarte de aquí en brazos, lo haré-me advirtió y me miró serio.

Nos quedamos mirándonos por un buen rato, retándonos el uno al otro; pero fracasé por completo luego de perderme en esos bellos ojos color azul, protagonista de mis sueños.

-De acuerdo-farfullé-. Tú ganas. Siempre ganas-hice un mohín y luego me dí la media vuelta para dirigirme a la salida; algo que hizo que me mareara. 

Pude sentir una firme y fuerte mano sujetándome por la cintura, y al reconocer aquella dulzura en el tacto, la piel se me erizó y un montón de mariposas se desataron en mi estómago. Maravilloso, incluso ebria y torpe, Jaden provocaba esas reacciones en mí. Fruncí el ceño mentalmente.  Cuando llegamos afuera, después de esquivar a toda la gente y que, el aire me movió los cabellos, quité de un tirón su mano en mi cintura y le miré ceñuda.

-¿Qué pretendes, Hossler?-mi voz me parecía incluso más torpe. 

-Sacarte de aquí sana y salva, vámonos-me apuntó el auto negro del que era dueño, animándome a que subiera. 

-No-me crucé de brazos-. Ya me sacaste de allá adentro, ya déjame aquí-le hice un gesto con la mano para que se fuera.

  -Kate, por favor, sube-me rogó, serio.  Me giré y comencé a caminar con pasos torpes, sintiendo aun cómo el suelo bailaba bajo mis pies. 

-¡Kate!-exclamó, ordenando que parara, pero lo ignoré- No seas terca. 

Seguí caminando, o al menos lo intentaba. Y de pronto sentí que mis pies se despegaron del cemento y unos fuertes y dulces brazos me elevaron.  -¿Qué haces? ¡Suéltame!-intenté luchar- ¡Hossler, déjame!-pero mis intentos fueron sólo fracasos. Jaden caminó los pocos metros hasta su auto y con cada uno de sus movimientos, su perfume varonil que me llevaba a flotar en un paraíso, se metía por mi nariz.

Me depositó con cuidado media parte de mi cuerpo en el suelo, mis pies volvieron a tocar el piso; pero mi cintura aun estaba fuertemente ceñida por su mano. Me tenía aprisionada. Abrió la puerta del copiloto del auto y luego volvió a cargarme como un bebé y me depositó con dulzura sobre el asiento. Se inclinó sobre mí y abrochó el cinturón de seguridad sobre mi cuerpo. Oí el chasquido del seguro al cerrar. 

Mᴀɴᴜᴀʟ ᴅᴇ ʟᴏ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ-Jᴀᴅᴇɴ HᴏssʟᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora