Capitulo 1

508 39 5
                                    

El saco de boxeo que colgaba del techo gracias a una soga que él mismo colocó era golpeado por Damian, una y otra vez mientras refunfuñaba.

Hacía días se había peleado con Jon y ninguno se había vuelto a hablar desde entonces. Jason solo observaba desde la puerta como su novio golpeaba una y otra vez el costal mientras susurraba insultos que sabía, no iban dirigidos a su mejor amigo; pese a que estaba enojado sabía que el pequeño Wayne sería incapaz de insultar a Jon y viceversa.

Se acercó lentamente a él, sabía que era consciente de su presencia en la habitación aunque no lo estuviera viendo. Damian parecía estar muy enojado con alguien y lo estaba, consigo mismo. Su orgullo era tan grande que no había contestado las llamadas que Jon le hacía en las noches buscando disculparse e incluso había borrado el número del chico de su celular.

Era un asco como amigo, su orgullo podía más que el cariño que le tenía a Superboy, pero para él era imposible disculparse; Jason lo sabía, siempre que peleaban era el mayor el que tenía que disculparse porque, aunque fuera su culpa, él nunca lo haría. Decir perdón para él era lo mismo que pedirle a alguien que le metiera un tiro en la cabeza. Y lo peor era que sabia que Jon quería hacerlo, disculparse. Pero él no se lo permitía y eso solo lo ponía más molesto consigo mismo.

—Deberías dejarlo hablar —Damián alzo la vista y dejo de golpear el saco al oír a su novio, pero negó con la cabeza. —Deberias dejarlo hablar —repitió nuevamente Jason buscando ser escuchado por él menor pero él simplente negó nuevamente, sabia que Jason también salía afectado de eso puesto que al final él era el que lo aguantaba todo el día, pero eso no le daba derecho a opinar sobre asuntos que no le incumbian.

—No, y ya vete. Me estorbas —Gruñó sin siquiera voltear a verle.

Jason rodó los ojos por la terquedad de su novio y simplemente salió de la habitación, ya después hablarian más calmados.

En la puerta del apartamento se encontraba Jon, se sentía fatal después de lo que le hizo a Damián. Recordar la forma tan cruel y sin corazón en la que lo hizo solo le daban ganas de llorar, no había dormido bien en los últimos días por la culpa y el arrepentimiento, por eso estaba ahí con un peluche grande de oso panda y una caja de chocolates. Tocó la puerta dos veces y espero atentamente ser atendido.

Damián había salido de la habitación solo por un vaso de agua pero el sonido de la puerta siendo golpeada lo distrajo de seguir con su "entrenamiento", el cual consistía básicamente en golpear un saco de boxeo odiando a su orgullo.

Pensó que sería Jason ya que no había visto al mayor desde que lo echo de la habitación, se acercó y abrió dando paso a la figura de quien estaba del otro lado. Mordío su labio al ver que quien tocaba la puerta era Jon, llevaba en la mano un peluche grande de oso panda y en la otra una caja de chocolates, sin duda ese era el momento en el que tendría que decidir si su orgullo era más valioso que su mejor amigo.

malteadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora