❛┇𝗕𝗟𝗔𝗖𝗞 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘┇❜ (CANCELADO)
⧼ 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 ⧽
❝ El amargor tocó suavemente sus labios, creando una sensación que jamás había probado antes ¿Por qué todo lo vuelves tan 𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆? ❞
Lo odió por mucho tiempo, en...
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丨OMNISCIENTE丨
Los dos chicos entraron al departamento de Vanya con ayuda de sus poderes, número Cinco se sentó en un sillón pequeño y Camile en el reposabrazos de este.
Se quedaron unos minutos en oscuridad y silencio esperando a su hermana, Camile sintió un pequeño dolor en el lado de sus costillas, por lo que apartó un poco el saco de su uniforme para poder ver esa zona, esta tenía una pequeña mancha de sangre, probablemente ocasionada por la reciente pelea.
- ¿Estás bien? - Preguntó Cinco percatándose de la mancha de sangre.
- Si - Contestó Camile restándole importancia, el pelinegro entrecerró los ojos con el ceño fruncido - Estoy bien, en serio, no me duele - Sonrió tranquilizando un poco al chico.
Pasaron otros minutos en oscuridad hasta que Vanya llegó a su departamento.
Al entrar en este número Ocho encendió una lampara haciendo visibles sus rostros a su hermana, que se sobresaltó al verlos.
- ¿Sabes? Deberías poner seguro en las ventanas - Habló Camile.
- Vivo en el segundo piso - Contestó Vanya observando a ambos.
- Los violadores trepan - Dijo número Cinco a lo que la chica lo miro de forma extraña.
- Son tan raros - Vanya cerró la puerta para luego quitarse su bufanda mirando a los chicos.
- Emm.. ¿Tienes un botiquín? - Preguntó la ojiazul viendo su camisa.
- Si, espera - La chica se alejó caminando por el pasillo.
Unos segundos después Vanya volvió con un botiquín en manos, se lo dio a Camile y se sentó en frente de ambos.
La de menor apariencia se quitó su saco y levantó su camisa
- ¿Necesitas ayuda? - Preguntó su hermana algo preocupada mientras esta tomaba un algodón con agua oxigenada y lo pasaba por su herida.
- No gracias, es solo un cortesito - Respondió esta mientras se colocaba una venda pequeña, Camile se acomodo su camisa y volteó a ver a número Cinco.
La ojiazul extendió su mano en dirección al pelinegro, el cual solo se le quedó viendo confundido.
- Tu brazo está sangrando idiota - Volvió a hablar Camile.
