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Me tuve que secar las lágrimas. Mi corazón esta roto, han vulnerado mi seguridad.

Mi papá ha terminado de hablar con el policia y ellos se fueron porque solo faltaba su declaración, pero si hay algún detalle que se nos olvidó podemos volver a declarar.

Mi mamá se sienta derrotada en lo que queda de sillón y mi papá no para de culparse por no estar aquí en vez de estar en el trabajo. En cambio yo, estoy aterrada.

Aún me parece imposible que nos hayan entrado a robar. Y sobre todo ¿Por qué a nosotros? Si solo tenemos lo necesario.

No tengo hambre, no quiero comer y tampoco quiero ver a mis padres tan mal. Menos mal Daisy esta en la casa de mi tía, mi hermanita no podría resistir ver a nuestros padres tan mal.

Me saco el uniforme verde y me baño pensando en las cosas que pasaron hoy día.

Todo es tan confuso y extraño. Me pongo pijama y me seco el cabello para acostarme.

Al acostarme mis lágrimas caen hasta mi cama se llevaron mi computador, mis joyas y mis ahorros que tenia para comprarme un celular mejor.

Ahora tan bobo porque eso ha pasado a segundo plano, la seguridad no es algo material y por lo tanto no se puede comprar y me siento insegura y vulnerada.

No quiero seguir llorando así que intento dormirme, pero sigue el miedo de que vuelvan los ladrones.

Mi mente se imagina a los ladrones, buscando en mi pieza, pasando por mi habitación, buscando llevarse todo lo de valor.

Cierro los ojos pero no puedo dormir, me doy muchas vueltas hasta que consigo dormir.

Me despierta la alarma y me cuesta levantarme. Estoy como una muerta viviente, voy a ducharme y me pongo el uniforme de cambio, el otro lo eché a la ropa sucia y me da pena que el baño esta tan destrozado, hasta revisaron ahí si había algo que robar.

Ordeno mi mochila y me sirvo el desayuno. Mi papá sale de la pieza con su mochila de trabajo en la espalda y una carpeta azul en su mano izquierda .

-Que te vaya bien en el colegio-se despide yendo a trabajar

Le deseo que le vaya bien en su trabajo y termino de tomar el desayuno. Voy a ver como está mi mamá y ella duerme tranquila.

Me voy a lavarme los dientes y quiero ponerme mis aros de plata pero recuerdo que me los robaron. Salgo de mi casa, vuelvo a esperar la micro y esta vez si voy temprano.

Subo a la micro y me concentro tanto en mis pensamientos que no pongo atención y me paso por dos paraderos del que debería haber bajado.

Corro hacia el colegio y ya voy diez minutos tarde, esta vez el portero no me deja pasar.

-Por favor, me toca ciencias y esta es la clase del repaso antes de la prueba-le ruego al portero con mi cara mas inocente posible

-No puedo, tengo ordenes del director que no puede pasar sin su apoderado

Oh no puede ser. Mi apoderado es mi padre, él está trabajando. Mi mamá es mi apoderado suplente y no está en las mejores condiciones emocionales. No puedo darle otro problema.

-De verdad necesito entrar, es urgente.

-Ya te dije que no puedo dejarte pasarme recuerda el portero.

-¿Por qué no la dejas entrar, Cain?.

Me doy vuelta para mirar al chico que esta al lado mío, es alto, con ojos cafés misteriosos y pelo negro recien duchado. Hay algo que me dice que me acerque a él. Tiene unas vibras atrayentes.

Mi Renacer (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora