Amor de galletas Paopu (RikuxSora)

Capítulo 9. La verdad

Casa de los gemelos

Ventus siente una gran alegría invadirle al entrar de nuevo a su hogar. No era nada comparado al mediodía, Roxas y Axel habían hecho un gran trabajo, todo volvía a la normalidad a pesar de ciertos percances como la ausencia del jarrón chino y de las cortinas. Para mayor alivio su hermano le había hablado de su charla con su padre y que este les buscaría el tiempo necesario, no obstante, sigue un poco ansioso debido a las últimas palabras que le dedicó Axel minutos antes. No ha despegado su vista de Axel, vigilando todos sus movimientos en busca de una pista.

Vanitas sigue siendo ignorado por el rubio a pesar de haber corrido con todos los gatos, que desde su punto de vista es la forma perfecta de disculparse pero al no hacerlo en voz alta no logra su cometido. La tela que cargaba segundos antes sería entregada al día siguiente a la abuela de Kairi para que la confeccione, por suerte había conseguido la misma tela que la anterior, por lo cual no se notaría que había sido remplazada por una nueva. El pelinegro sin ánimos de entablar una conversación toma la tarea de instalar la cerradura de la puerta que él mismo había inutilizado.

Los ánimos de Sora no han cambiado mucho, sigue en su mundo generando preocupaciones a sus mayores, quienes no saben si es mejor dejarlo solo y esperar que hablara o empezar a interrogarlo hasta que explote, siendo de preferencia unánime la primera opción.

La situación no mejora para los gemelos ni para Axel, solo tenían conversaciones banales o hablaban del desastre que hace unas horas les rodeaba. Ninguno tiene mero interés en jugar o ver televisión.

Axel esperando el momento idóneo de revelar lo que ha estado molestando la mente de cada uno, decide hablar después de un silencio incómodo donde sus pensamientos le rogaban que dijera de una buena vez la información relevante que retenía. No negaría que una parte de él tenía miedo de como las cosas se desarrollarían de ahora en adelante.

Axel bota todo el aire en un suspiro dispuesto a hablar.

—Quiero confesar que sé algo de lo que ocurrió anoche —habla en voz alta atrayendo las miradas intrigantes.

—¿A qué te refieres? Hace unos minutos que me dijiste todo lo contrario. No estamos para tus tontas bromas Axel— reclama de inmediato Roxas.

—Déjalo hablar Rox, Axel no bromearía en una situación como esta — Aconseja Ventus a su hermano.

—En ese momento no mentía Roxas. Got a memorice? —Señala su sien con la mano—Tiempo después de decirte eso descubrí en mi teléfono las pruebas contundentes de lo que sucedió— se dirige a Sora y a Roxas quienes se miran entre sí.

Sora por un momento palidece con miedo al creer que Axel se refería a su recuerdo de niño junto con Riku. Era imposible... a menos que en su estado metal con falta de raciocinio le hubiera confesado tales cosas a Riku. Ese pensamiento tendría sentido si Riku estuviese a su lado burlándose de él. Aunque eso no explicaría porque Roxas tiene un hematoma en el rostro.

En cambio Roxas no deja de crear teorías conspirativas sobre qué tipo de situación le habría tocado para terminar malherido. Un deje de vergüenza y culpa se ha instalado en su pecho y se intensifica cada vez que ve a Sora.

—Es algo que nos compete a todos pero principalmente a ustedes dos —Señala a Sora y a Roxas—. Antes de comenzar quiero recordarles que ante todo somos amigos y no hay que odiarnos por los errores que cometamos, debemos actuar de forma madura y supe...

—¿Vas a dar un discurso sobre el amor y la paz o vas a mostrarnos esas tales "pruebas" de una vez? —Interrumpe el Vanitas harto de tanta palabrería sin sentido.

Axel se levanta sin más para conectar su teléfono al televisor, todos se tesan exceptuando por Vanitas, que siendo sincero le importa una mierda todo el drama que se estaban armando los demás. El día ha sido agotador y lo que más quiere es dormir en su cómoda cama hasta el día siguiente sin ser interrumpido por tales estupideces.