Prólogo

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«Recuerda que soy tu criatura. Debía ser perfecto, pero no soy más que un ángel caído. Has creado de mí... un monstruo».

Puede escuchar que una tormenta azota los cielos y estremece cada espacio silente en la habitación

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Puede escuchar que una tormenta azota los cielos y estremece cada espacio silente en la habitación. El destello blanco de las centellas atraviesa su ventana, ilumina la alcoba en sombras un segundo antes que llegue el estruendo de un trueno, ese que le obliga a abrir los ojos de golpe, despertando. Su primera reacción apenas toma asiento en la cama es acariciar el espacio a su lado en el colchón, buscando a su pareja todavía dormida; pero antes de que sus dedos toquen las sábanas siente un murmullo fuera de la habitación.

Un intruso.

Inmediatamente se pone en alerta mientras baja de la cama, arrastra los pies por la alfombra, camina lentamente y descalzo hacia el pasillo. Sus pasos no provocan sonido alguno, nada que afecte el murmullo que cada vez escucha más constante y molesto. Convencido de que se trata de algún ladrón, agarra una lámpara de la pequeña mesa junto a la entrada del salón; pero es pequeña, no haría verdadero daño: así que le arranca el cable y enrosca cada extremo en sus puños. Llamar a la policía está fuera de discusión, porque no quiere a nadie en su casa, nadie que le encuentre a él.

Atraviesa el dintel.

La ventana está abierta, las cortinas se sacuden con furia a causa del viento gélido empapado de lluvia. La tormenta vuelve a azotar el cielo, y el destello de un trueno ilumina la silueta en sombras que aprecia a contraluz frente al alfeizar del ventanal, mirando al vacío como un fantasma.

Con dos zancadas está junto al intruso, alzando los puños y ese cable que pasa por encima de la cabeza hasta que se atora en su cuello y tira de él hacia atrás. El desconocido se sacude con violencia, pero él tira de esa cable hasta hundirlo en la tráquea. La presión es firme, inmediata. Le corta la entrada de oxígeno así como la posibilidad de excusarse o pedir ayuda. No piensa perdonar a ningún puto vagabundo por adentrarse en el espacio sagrado de su residencia.

Va a matarlo.

Frío y con olor a Naranja ⌜ ᴮᴬᴷᵁᵀᴼᴰᴼ⌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora