Corre... corre... ¡corre!
Ese era el pensamiento que rondaba en mi mente mientras escapaba de ese lugar, el sitio del cual era dueño de mis peores pesadillas y el único lugar que lograba recordar, el único "hogar" que tuve. No diré que no tuve buenos momentos, ya que si los tuve y estos se los debo al único que ha permanecido a mi lado. Todos los demás han muerto o han sido llevados a lugares que desconocemos.
-¿Podrías mover ese saco de huesos que tienes como cuerpo?
Como podrán adivinar este es el ser que nunca me ha abandonado, James Howland, un chico que mide 1,80; un poco moreno, como la canela, con ojos cafés claros y cabello negro. El cabello le llegaba al rededor de la barbilla, pero los costados de su cabeza eran totalmente rapados. Que no te engañe su físico, podrá parecer un ángel, pero es todo lo contrario a este, es un completo demonio.
Mientras corremos por escapar y salvarnos, siento como las pequeñas ramas de los arboles de este inmenso bosque logran rozar con mi piel, causando breves cortes, los cuales ignoro, ya que son mi menor problema en estos momentos.
-No creo que logremos escaparnos James, están muy cerca, los puedo sentir- Le digo con las esperanzas por los suelos.
-Ey, Ayra, recuerda lo que siempre hemos conversado. No nos podemos rendir ahora, no tan cerca de lo que anhelamos- Me dice mientras nos detenemos un poco para poder observa que ruta tomar para así poder despistar a las personas que nos llevan persiguiendo durante horas-Ayra, ¡mira!, es una tribu-Sigo con la mirada hacia donde me indica y tiene razón, es una tribu.
-Está realmente lejos James, tendremos que crear una pequeña distracción aunque no lo quieras, es necesario- Le digo observándolo directamente hacia los ojos, el sabe a lo que me refiero.
-Sabes que no me gusta hacer esto, pero la situación lo requiere Ayra, quiero que corras y no me esperes, ¿está bien?
-No me abandones James, eres lo único que tengo, te esperare en esa tribu y espero verte allí- Le digo antes de despedirme con un abrazo, odio ponerme sentimental.
Comienzo a correr sin mirar atrás. De repente, siento un calor abrumador en la parte trasera de mi cuerpo, cuando volteo observo como James convierte en llamas a los arboles que nos rodeaban. Sé que estará bien, es alguien muy fuerte y sabe controlar a la perfección el fuego. Oh, cierto, se me había olvidado contarles y les diré mientras trato de llegar a la tribu, somos vampiros y podemos controlar ciertos elementos, aunque yo puedo controlar los 5 elementos, muy cliché, lo sé.
Logro llegar a la tribu y no puedo creer lo que veo, es el mismo lugar en donde mis sueños tienen lugar.
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almas libres
Viễn tưởngUna historia fuera de lo común Pero con un poco de lo común Guerras Traiciones Mentiras ¿amor? Una protagonista ansiando la libertad Un protagonista ansiando a su mate ¿Lo lograran?