Capítulo 2

11 0 0
                                    

Sólo me queda una hora para que empiece la competencia así que tengo que apresurarme en arreglarme o no llegaré.

Voy al closet y me decido por unos vaqueros negro súper ajustados, un top rojo vino y mis botas estilo militar. Me hago una coleta bien ajustada, me pongo un poco de rimel y un labial del mismo color del top.

No puedo decirle a nadie a donde voy así que decido mandarle un mensaje a Pau.

Pau:

- Necesito un casco no puedo dar detalles- escribo rápido y al minuto escucho el sonido que indica la llegada del nuevo mensaje.

- Ok, ya lo tengo...todo por verte correr.

Meto las llaves en el bolsillo trasero de mis vaqueros. Siento que todo me va a salir de maravilla si nadie se entera claro está.

Bajo las escaleras tarareando Elastic Heart de Sia.

- ¿A donde vas tan tarde?- pregunta Ainoha pintándose las uñas.

- A dar una vuelta, quiero tomar algo de aire- respondo tranquila, no soy de mentir y menos a ella pero la ocasión lo requiere.

- Y por eso vas a ir vestida así- siento que hablaban a mi espalda encontrando a Eros.

- ¿Tiene algo mi ropa?- indago con una sonrisa burlona.

- Te queda de puta madre- dice Alex sentado al lado de Ainoha.

- A mi no me importa, pero tú padre dejó varias normas y una era que no quería que te pusieras ropa provocativa.

- Lo dijo su padre o lo dices tú- se empieza a burlar Alex.

- Cállate- responde molesto.

- ¿Me puedo ir ya o vas a seguir babeando sobre la alfombra?- inquiero con cara de niña buena.

- Sal de mi vista- ya volvió a su faceta de "no me importa una mierda nada" aunque creo que nunca se la quita.

- Como ordene el Ceniciento- hago mi típica reverencia, le doy un beso en la mejilla a Alex y Ainoha girándome al llegar a la puerta- adiós su majestad- le lanzo un beso.

Recojo mi chaqueta de cuero y salgo corriendo. Llego al recibidor del edificio viendo una Aprilia RSV4 Factory, gracias Eros por tener una moto tan buena, joder creo que es lo mejor que a hecho por mi.

Monto acelerando esquivando todos los autos que se me atraviesan. Llego a la dirección, la cual es un viejo estadio abandonado. El bullicio de personas gritando se escucha por encima de la música, está repleto.

Hago rugir el motor viendo como todos van abriendo paso al verme y empiezan a gritar mi apodo por el cual soy conocida aquí.

- Hasta que al fin llegas- habla Pau- toma aquí tienes tu casco.

Murmuro un gracias antes de dirigirme a la moto italiana que me espera.

- ¡Competidores a la línea de salida!- grita Paula con el micrófono en mano- ¡adivinen a quien tenemos aquí!- todos hacen silencio esperando la respuesta- ¡¡¡Storm!!!

Todos rompen en gritos y es en esos pequeños momentos donde me siento orgullosa de ser de esas mujeres que no le tienen miedo a competir en este tipo de carreras.

- ¡¡¡3...2...1!!!- todos gritan al unísono al ver las luces del semáforo improvisado- ¡¡¡YA!!!

Arranco haciendo una nube de humo en la entrada de la pista, acelero hasta alcanzar el límite de velocidad viendo como uno de mis rivales se está acercando. En la primera curva giro y mi rival me da un golpe haciendo que pierda el equilibro por un momento, pero este imbécil no sabe con quien se está metiendo, acelero ya que tuve que disminuir la velocidad por el golpe, paso la segunda curva y está vez soy yo la que lo empuja haciendo que quedara atrás permitiéndome ganar con un gran derrape de fondo.

Los chillidos no se hacen esperar pero mis ojos sólo buscan al causante del golpe, hace falta que sepa resar, porque si algo le llega a pasar a la Aprilia, Eros me pega un tiro- creo que cada vez que lo pienso me invento una nueva muerte.

- Eres un gilipollas, creiste que empujándome ganarías- me hecho a reír- hay cariño, no soy ninguna principiante y en tres años en las carreras ningún estúpido me ha bajado de mi trono- todos sueltan un Ohhh y yo por mi parte sólo me giro, le entrego el casco a Pau y arranco en dirección a casa.

Con la suave luz que transmite el portal logro ver que la moto no sufrió ningún rasguño así que suelto instantáneamente un suspiro de alivio.

Subo en el ascensor y abro la puerta del depa con la llave que me entregó Ainoha, la cual veo al entrar, con un paquete de papas en la mano derecha y en la izquierda una soda.

- Que haces a la- miro el reloj de la pared- 1:24 de la mañana comiendo.

- Es que tenía hambre y entonces no podía dormir- sonríe.

- Como tú digas querida- ¿donde está Alex?- pregunto.

- Se fue a dormir hace un rato- responde sentada en la isla de la cocina atiborrándose de papas.

- Y Eros ¿dónde está?- necesito saber si se encuentra todavía aquí.

- Emmm...salió, luego que te fuiste- las palabras me caen como un balde de agua fría.

- Mierda- digo entre dientes.

- ¿Que dijiste?

- Que buenas noches- le doy un beso en la mejilla- nos vemos mañana.

Subo y coloco las llaves de donde mismo las cogí, me marcho a mi habitación y por pereza me quedo en bragas y me pongo una camiseta súper ancha que no es mía, sólo se que la encontré en algún lugar lo que no recuerdo cuando.

Me tiro en la cama y no logro dormir, me imagino mil y una forma de morir, siento que la puerta del depa es abierto y eso sólo significa que ya llegó.

Siento como entra a su habitación por el ruido de la puerta y al rato vuelve a salir.

Unos nudillos tocan mi puerta y antes que logre abrirla ya tengo a Eros cerca de mi, uno noventa contra uno setenta y cinco no ayuda muya que digamos.

- Pensaste que no me iba a enterar que me robaste la moto- dice alterado.

- Joder, si te la pedía me ibas a decir que NO, te conozco desde hace dos días pero se como eres.

- Estás jugando con fuego- me amenaza.

- Y a mi encanta quemarme, pero no dejaré que una princesita Disney como tú venga a mi habitación a amenazarme- aclaro dando un paso más.

- Sabes, has declarado la guerra cariño, y es lo peor que has hecho en esta vida.

- No te tengo miedo- lo desafío- y si quieres guerra, pues guerra vas a tener.

- Bruja, te advierto algo, con lo que es mío nadie juega- dice y se va.

Desde este día creo que las cosas van a cambiar y no va a ser para bien.



NA: Hola hermos@s no saben cuantos borradores tuve que hacer para este capi, pero me encantó el resultado.

Un beso muy grande 🖤💋

Esto es guerra [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora