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Jimin estaba mirándose en el espejo que cubría toda la pared, estirando, enlongaba su cuerpo. Sus músculos acostumbrados a la exigencia, se tensaron bajo la presión que ejercía. La sala estaba vacía, pues eran apenas las cinco de la madrugada. Él había aprovechado que a esas horas no había casi nadie en la empresa. Amaba poder ensayar sin que nadie le viera, así si se equivocaba, solo él sabría y se recriminaría su error.
Alzándose de su lugar, tomó el mando a distancia. Puso la canción y esperó a que comenzara. Los violines fueron los primeros en inundar el lugar de su melodía y el baile comenzó.
No importa cuántas veces escuchara la melodía, seguía sonando como una obra de arte para él.
La coreografía era con coordinados movimientos de baile contemporáneo, que si bien, era el que más amaba, era el que más exigía de sí mismo.
El violín rasgaba el aire con su alta exigencia y su cuerpo se movía rápido, controlado, suave, pero salvaje.
Él era el cisne, debía sentirlo, expresarlo, amarlo.
Había sido elegido como el encargado de dar vida al cisne negro en la presentación y él daría todo de si.
Fue duro, pero muy gratificante.
En aquella vuelta sin manos, seguía desbalanceándose una y otra vez. No importaba las veces que lo repitiera.
Con rabia se detuvo cuando tropezó con sus pies descalzos al caer y perdió por completo el ritmo.
NO.
Exasperado, volvió la melodía al comienzo y empezó nuevamente; no obstante la rabia que sentía le hacían moverse demasiado rudo e impaciente. Ignorando todo, siguió adelante. Una y otra vez, no se detuvo hasta que la voltereta sin manos salió casi perfecta.
Sus piernas extendidas y en balance, su torso recto.
Sus músculos se sentían al borde, pero él seguía disconforme.
-Si continuas, te vas a lesionar y no podrás presentarte. Mucho menos mostrar para lo que haz estado trabajando todo este tiempo. Se viene un Tour, no una presentación en solitario. -esa voz lo desbalanceó hasta hacerlo caer sin gracia. El piso resonó bajo su cuerpo húmedo en sudor.
Sus ojos buscaron el reflejo frente al espejo por quien estaba parado junto a la puerta. Su pose descuidada y rostro inmutable le hicieron sentir desequilibrado cuando en su interior bullía la rabia y frustración consigo mismo.
Yoongi ingresó a la sala y cerró la puerta detrás de él. Sorbió su café y avanzó hasta estar junto a Jimin.
-¿Estás bien? -le preguntó en voz baja -Sabes que lo haces bien ¿no?
Jimin miró hacía abajo y se encogió de hombros.
-Sí, supongo. -su garganta se sintió obstruida y los ojos muy aguados. Cuando estaba con Yoongi, normalmente le pasaba esto, pues con él, de alguna forma, lograba sentirse más como que con muchos.
-Jimin-ah. -le llamó -Tu sabes que no es solo tu voz es mi favorita. Tu baile y entrega son inspiradoras, pero se vuelve opaco cuando tu no lo disfrutas. -comentó como si no estuviera diciéndole algo muy importante para el menor.
-Hyung...
-Vamos, ven. -el dijo tocándole con la pierna.
Jimin le miró hacia arriba. Yoongi le tendía la mano; la tomó y se alzó con la ayuda del otro.
-Anoche no te escuché llegar. -le dijo Jimin. Yoongi sorbió del popote y se encogió de hombros.
Jimin tragó el nudo en su garganta y evaluó a su mayor, quien le mantenía la mirada; algo que solo hacían cuando estaban en privado. Su mano se alzó y tocó delicadamente la marcada ojera bajo los ojos de Yoongi.
-No viniste a casa ¿no es así?
Yoongi se relamió los labios.
-No, hay algo en lo que estoy trabajando...quiero aprovechar ahora que aun quedan dos meses para el tour. -respondió recargando su rostro en la mano de Jimin, quien le miraba con el rostro suave.
-Yo no pude dormir porque...porque no estabas ahí...preferí venir aquí y ensayar.
Yoongi tomó la mano vacía de Jimin y apretó esos pequeños dedos, en los suyos.
-¿Por qué no descansas? -le preguntó -vamos a comer algo. No he desayunado, dudo que tú lo hayas hecho.
Jimin asintió.
-Vamos. -Yoongi le tironeó y avanzó con la mano de Jimin en la suya. Cuando estaban llegando a la puerta, el menor le detuvo.
-Espera, Hyung, no llevó zapatos.
Yoongi le observó y sonrió un poco. Se salió de sus pantuflas y le indicó a Jimin que se las calzara.
-Gracias...-le murmuró el menor. De la mano, con Yoongi comentándole sobre su nueva canción, con él usando las pantuflas de su Hyung, quien solo iba en sus medias, le hicieron sentir cálidamente cómodo. Ya no había rabia ni pena. Solo inquietas mariposas arrastrándose en su estomago.
-¿Jimin? -le llamó cuando el menor se detuvo a mitad de camino a la cafetería -¿Qué...
-Me gustas, Hyung. -le dijo en voz bajita. Sus mejillas sonrojadas y mirada coqueta.
Yoongi rodó los ojos y sonrió sin poder evitarlo.
-Tu también, Jimin-ah, sino no estaríamos saliendo ¿no?
-Hyung...¿podemos besarnos? -le preguntó acercándose un poco más. Yoongi se puso nerviosos, pero asintió.
El roce suave de sus bocas los hizo unirse en un contacto cálido y dulce.
Jimin sintió el sabor a café en su boca y se enamoró una vez más.
Y Yoongi...Yoongi sintió que su corazón se derretía de amor.
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~Rosiee🐾💙
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Yoonmin Week [2020]
FanfictionSerie de breves escritos que celebran a nuestra pareja preferida. [ONLY YOONMIN/JIMSU]