Yoonmin Week [2020]

The War

Primera vida del Yoonmin de FarAway

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Sus pasos se escuchaban apresurados en medio de aquel denso bosque. El aire helado se condensaba en sus pulmones, saliendo como espeso vaho. Su respiración era apretada, sus músculos dolían del esfuerzo, pero nada importaba. Su mano en torno a la otra más pequeña era toda la motivación que necesitaba para seguir avanzando. Pasó tras pasó, debían alejarse, debían escapar. Aún cuando las ramas cortarán su rostro, aún cuando su estómago doliera del hambre y el viento helado calará sus huesos, ellos seguirían adelante.

Habían perdido la cuenta del tiempo que llevaban escapando. ¿Cuantas lunas llenas habían pasado? No estaba seguro, solo podían medir el tiempo a medida que el pequeño vientre de su omega crecía, dando cobijo y abrigo a su diminuto bebé.

La madrugada daba paso al alba y el cielo se iluminaba en un nuevo día. La pequeña mano de su omega le apretó cuando se desestabilizó y sus pies trastrabillaron. Yoongi se detuvo y le observó. Su corazón se partió al ver a su pareja de esa forma. Demacrado, con tanto miedo y terror, su mano desocupada cubría su discreto vientre.

-Cachorro, no podemos detenernos ahora... -El omega le miró y la desgarradora resignación que leyó en sus ojos hicieron que Yoongi apretara la mandíbula con furia.-No, mi vida; no podemos rendirnos ahora, Jiminnie. Por favor...

De los ojos del omega se desbordó una solitaria y dolida lágrima. El lazo que compartían estaba inundado de miedo, furia, rencor, amor y desesperanza. No obstante, ahora también estaba la resignación. Jimin negó y se abrazó a su alfa.

-No podemos seguir escapando. -susurró en medio del llanto -Ya no tengo fuerzas, Yoongi.

El alfa le acunó en sus brazos, aferrándose a ese tibio cuerpo tembloroso.

Ellos se amaban y pertenecían, aún cuando la sociedad dictaminaba que los omegas machos no eran dignos de una marca, pues solo eran usados para saciar los apetitos de los alfas y engendrar a los bebés más puros; sin embargo, nadie los quería marcar, nadie los quería en sus familias. Un omega macho era una deshonra, una vergüenza, no obstante, para Yoongi, su omega, era su vida. Desde que lo salvó de aquel burdel, desde que le cortejó y marcó, independiente de que eran destinados; él le dio la confianza a Jimin para que confiara en él y se entregara sinceramente, no por deber. Desde que el alfa le mordió comenzaron a ser perseguidos ya que no solo era "mal visto", morder a un omega macho iba contra las leyes de la iglesia y de la sociedad. Ambos eran rastreados y perseguidos para darles muerte en la hoguera.

-Por favor, cachorro, no te rindas, por favor. -le rogó.

-Eres mi alfa y mi alma destinada, pero esta no es nuestra vida. No es nuestro momento. -le dijo entre lamentos -No podemos vivir donde no seamos libres de amar. ¿Como traeré al mundo a una criatura donde se discrimina por algo que tú no controlas? ¿Qué pasa si nuestro bebé es un omega macho, como yo? No podemos Yoongi. No podemos.

La verdad era tan abrumadora, como dolorosa.

-Te agradezco el haberme amado, Min Yoongi. -le dijo hundiendo su rostro en la confortable seguridad engañosa del espacio de su cuello- me diste la oportunidad de ser feliz; creo que fui él omega más afortunado por encontrarte, mi precioso alfa, pero ahora es momento de despertar.

Yoongi se alejó y encerró su rostro lloroso entre sus manos.

-¿Me prometes que nos encontraremos en nuestra próxima vida?

Jimin sonrió con lágrimas en los ojos.

-Te buscaré por cada rinconcito hasta encontrarte, mi amor. -le respondió en un susurro.Yoongi le devolvió la sonrisa, mientras que sus lágrimas se desbordaban.

-En la otra vida seremos una familia numerosa, seremos felices y todos lo sabrán. Serás mi orgullo, será mi omega.

Jimin asintió.A lo lejos se escuchó el inigualable ruido de la turba que los perseguía. Sus corazones ya no tuvieron miedo.

-No vamos a darles la satisfacción de matarnos. -decretó el alfa. Jimin se aferró a él, mientras comenzaban a caminar, ambos sabiendo hacia dónde iban.

-Ellos jamás tocarán a mi bebé. -Jimjn dijo obstinadamente, en tanto juntos se abrían paso entre el bosque que cada vez era menos denso.  Cuando el espacio frente a ellos ya no fue él de árboles, sino el de una hermosa pradera a orillas de un precipicio, donde abajo se escuchaba el fuerte oleaje, ellos supieron que su tiempo en esa vida, se había terminado.
Se aferraron el uno al otro y paso tras paso, sus corazones se llenaban de paz. Al llegar a la orilla ellos se miraron de frente. Ambos lloraban, pero ya no había miedo en sus miradas.

Yoongi se arrodilló frente a Jimin, quien descubrió su vientre para su pareja. El alfa besó su pancita y olisqueó ese dulce y especial aroma de caramelo, algodón de azúcar y algo parecido al talco. Ese era el aroma de su omega y el de su hijo nonato.

-Mi precioso bebé, en esta vida no pude conocerte, no pude escuchar tu vocecita, ni ver tu precioso rostro. -le habló en voz baja- perdón por no poder cuidarte como te mereces, por no poder arrullarte...pero mi pequeño, papá Yoongi te ama y desea que en otra vida puedas formar parte de nuestra familia. Prometo dar mi vida por ti si es necesario, mi pequeño tesoro. Te amo, hijo. -Yoongi besó por última vez el vientre de su omega en gestación y se puso de pie. Abrazó a Jimin y le besó con amor, con anhelo y necesidad.

-Te amo, mi precioso alfa -le dijo Jimin.

-Te amo, mi hermoso cachorro, mi Jimin.

Ellos se vieron a los ojos y sonrieron. De la mano y muy unidos, se acercaron hasta estar a un paso de caer al acantilado.

-Te veo en la otra vida, mi amor.

-Te estaré buscando, Hyung.

Ellos no podían dejar de mirarse. Ni cuando sus pies ya no sintieron tierra bajo ellos. Ni cuando sus cuerpos cayeron libremente al vacío, sus manos unidas, sus corazones y almas conectadas, se detuvieron al mismo tiempo, en que sus últimas respiraciones llenaban sus pulmones.

Ellos se amaron hasta que sus ojos se cerraron y la muerte vino por ellos.

Ni el mar, que consumió sus cuerpos, fue capaz de separar sus manos unidas.

Porque ellos no se dejarían ir. Ni en esa vida, ni en otra.

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~Rosiee🐾💙