i wont fall (in love with u); kooktae.

Capítulo 1: Extraño.

GIMNASIO BEAUFORT HIGH SCHOOL - SÁBADO (10:00 PM)

Octubre de 1985.

La música rock sale por las puertas abiertas hacia la noche oscura. Livin'on a Prayer suena apenas reconocible bajo el estruendo de las voces. Todo el mundo está ahí. Niños inteligentes, niños ricos, entusiastas del heavy metal, deportistas, porristas, rockeros punk, góticos, geeks. Mezclar sin mezclar. La mayoría de los adolescentes tienen los ojos enrojecidos y están destrozados, con sonrisas borrachas que se arrastran por sus rostros generalmente fruncidos. Un par de chicos bailan break dance en una de las esquinas de un boom box.

Un elegante Camaro en forma de T ruge causando una gran conmoción. Los neumáticos chillan, y la música que sale de este es muy fuerte. Jeon Jeongguk, un completo cliché, un chico rebelde como ningún otro, está al volante. Es impulsivo, problemático, con el coraje de no perder nada para actuar en caprichos que ocasionalmente rozan lo destructivo. Es envidiado, querido, copiado y temido por todos (profesores y estudiantes por igual).

Las botellas vacías ruedan y chocan entre sí en el suelo del coche de Jeongguk. Un pequeño esqueleto de plástico baila inquietantemente mientras cuelga del espejo retrovisor.

"¿Dónde está él? Se supone que debe estar aquí". Jeongguk exhala con impaciencia, golpeando descuidadamente un porro en el centro del volante. Su amigo, Minjun, se queja desde el asiento trasero: "Necesito orinar". Es alto y flaco, con mucha energía, una pierna moviéndose con impaciencia.

Jeongguk lo ignora olímpicamente.

"Quiero bailar", implora Sana mirando a Jeongguk desde el asiento del pasajero a través de sus abundantes pestañas.

Sana es la novia de Jeongguk. Se podría decir que era una princesa de alto nivel, cabello largo y abundante, con una gran boca a juego. Es una animadora (por supuesto), pero Jeongguk no es deportista. No tenía la motivación, o más bien la asistencia para participar en los deportes escolares. Si asistiera con más frecuencia, sería fácilmente aceptado en casi cualquier equipo. Naturalmente musculoso y atlético sin siquiera intentarlo.

"Entonces ve a bailar", murmura Jeongguk sin interés, lo que provoca que Minjun estalle en bufidos ahogados detrás de su espalda.

Sana resopla molesta, frunciendo el ceño a Jeongguk. Volvería a preguntar, pero la respuesta sería no, además, su ego era uno que rivalizaba con el de Jeongguk.

Están a punto de salir del coche, Minjun sigue lloriqueando sobre su vejiga cuando el muy familiar sonido de las sirenas resuena en algún lugar en la distancia. Es como si todo pasara en cámara lenta. Los estudiantes se revuelven, las tazas y botellas vuelan, alguien desconecta la música. Algún idiota intenta entrar en el coche de Jeongguk, cuantas agallas.

Maldiciendo en voz baja, Jeongguk está a punto de presionar con fuerza el acelerador, cuando su amigo Junyoung aparece de la nada rodando sobre el capó del auto.

Finalmente.

El pelinegro lo espera, golpeando los dedos con impaciencia mientras Junyoung se abre camino hacia el asiento trasero al lado de Minjun. La puerta apenas se cierra y el cuarteto se va, las ruedas giran mientras una nube de polvo se forma detrás de ellos.

Se estacionan en una rudimentaria  vía de servicio, las luces traseras del auto brillando en la noche completamente oscura. "Small Town", de John Cougar Mellencamp, suena suavemente.

Minjun prácticamente se cae del auto en su esfuerzo por hacer sus necesidades. Jeongguk, Junyoung y Sana se sientan en silencio, fumando marihuana, esta última bebiendo una botella de whisky barato.