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Katherine se dirige a toda prisa a la oficina de la directora del preescolar
-¡buenos días, Sonia ¿la sra, Alejandra se encuentra?- le pregunta Katherine a la secretaria
-¡buenos días, Katherine, si y te esta esperando!- dice la secretaria algo seria
-¡mierda!- dice Katherine en voz baja
Se dispone a abrir la puerta pero la sra, Alejandra se le adelanta y lo hace primero
-¡Buenas tardes, srta Katherine!- dice la mujer con sarcasmo
-¡Buenos días, sra Alejandra!- le responde Katherine con voz apenada
-¡pasa por favor!-
La mujer se dirige a su escritorio y toma asiento, Katherine la sigue y queda de pie frente al escritorio
-¡toma asiento, por favor!- le dice la sra Alejandra
Katherine obedece y toma asiento, se quedan en silencio unos segundos
-¿tienes idea de la hora que es, Katherine?-
-¡se que es tarde, sra. Alejandra y se que no tengo excusas, es solo que ayer no fue un buen día y…!-
-¡todos tenemos malos días, Katherine, tienes razón, esa no es excusa, mira, no porque estés saliendo con mi hijo quiere decir que te daré un trato especial…!-
-¡ disculpe que la interrumpa pero por él fue el problema, encontré a Cristhian con otra mujer en mi departamento!-
-¿Cristhian? ¿mi Cristhian? Imposible!-
-¡bueno puede preguntarle a él, lo encontré con Fabiola, ahora sí me disculpa, debo ir a trabajar!-
-¡alto ahí, no se cómo decir esto después de que me dieras a conocer todo esto pero como no llegabas le pedí a Fabiola que se ocupara de dar tu clase, lo siento, creo que lo mejor es que te tomes el día libre!-
-¿sabe? Creo que lo mejor es que me vaya de aquí definitivamente!-
-¿Qué quieres decir?-
-¡que desde hoy renuncio!-
Katherine se levanta, toma su bolso y sale de la oficina dando un portazo tan fuerte que hizo saltar a la secretaria de su asiento, sale de la escuela y saca su celular de su bolso, busca en su directorio hasta encontrar el nombre de Daniel, el celular comienza a sonar, por su parte Daniel despierta exaltado por el sonido de su celular, comienza a revolver todo hasta encontrarlo, ve que es Katherine y se apresura a contestar
-¡Katherine, hola!- dice Daniel intentando disimular su alegría
-¡Daniel ¿crees que pueda verte?- la voz de Katherine se escuchaba afligida

Un CaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora