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-¡llame a tu madre, viene en camino, creo que lo mejor sería que te vayas con ella un tiempo!- la cara de Daniel era sería y su tono de voz frío
-¿de que hablas, Daniel? ¿Qué sucedió?- pregunta Katherine confundida
-¡el doctor dice que hiciste una fuerza indebida, lo cual desencadenó en una hemorragia, producto de eso tuvieron que operar de emergencia!-
-¿operar? ¿ y mis bebés? ¿ellos están bien?-
-¡lamentablemente para salvarte la vida tuvieron que hacerte una cesárea de emergencia y extraerlos, así que no, no están bien, simplemente ya no están!- Daniel se levanta
-¿a dónde vas, Dan?-
-¡yo necesito que nos demos un tiempo, lo siento!- Daniel se dirige a la puerta y sale de la habitación
Katherine queda sola en la habitación, había perdido todo, al hombre que amaba y a sus bebés. La madre de Katherine llega al hospital, entra a la habitación y sin decir nada solo la abraza. Pasan los días y a Katherine le dan el alta, mientras ella arregla sus cosas para irse a casa su madre entra con dos pequeñas urnas y se las da, en una de las urnas se puede leer el nombre “Elizabeth” mientras que en la otra se lee el nombre “Verónica”, Katherine abraza con fuerza ambas urnas y las lagrimas comienzan a caer de sus ojos, las acomoda cuidadosamente en su maleta y sale junto con su madre del hospital, llegan a casa, su madre estaciona el auto y ambas se bajan de el, entran juntas a la casa
-¡puedes usar tu vieja habitación, esta tal y como la dejaste!-
Katherine sube las escaleras y entra a su antigua habitación, comienza a desempacar y lo primero que saca de su maleta son las urnas de sus pequeñas, las cual acomoda junto a su cama, se recuesta en la cama y toma su celular, esperando ver algún mensaje de Daniel, pero el simplemente la a abandonado.
Pasan los meses y Katherine parece estar recuperada, aun que solo finge, ya que el dolor no disminuye y piensa que no disminuirá nunca
-¡Katherine, alguien te busca!- grita su madre desde el primer piso
Katherine baja corriendo, esperanzada en que sea Daniel pero en su lugar es Cristhian con un ramo de rosas en la mano
-¿Qué haces tu aquí?- le pregunta Katherine con una voz molesta
-¡yo solo quería saber como estabas después de lo sucedido!- le responde Cristhian
-¿y tu como diablos te enteraste?-
-¡tu madre me conto todo lo que pasó y no sabía si debía o no venir, hasta que me arme de valor y decidí venir a verte, aun te amo Katherine, lo que pasó con Fabiola fue un error, fui un estúpido, lo sé, por favor perdóname!-
-¡te perdono, ahora lárgate de mi casa!-
-¡Katherine, por favor, te prometo que cambié, dame la oportunidad de demostrartelo!-

Un CaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora