Capítulo Uno.

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Sentía un dolor, un dolor en mi pierna.

Abrí los ojos y observe.

Estaba en una casa extraña.

Observaba detenidamente la habitación, paresia una sala de estar.

Mi mirada se detuvo en una chica, de tez blanca y peli-platinada.

Sus hombros estaban tapados con una cobija gris, parecía mojada y húmeda.

Sus jeans parecían húmedos, al igual que su sudadera.

Estaba dormida, en unos de los sofás individuales.

Sus ojos comenzaron a abrirse lentamente y estos comenzaron a observarme.

-Al fin despertarse. -me dijo ella con dulce vos.

-Disculpa, ¿Por que estoy en tu casa? -pregunte. -..Lo ultimo que recuerdo fue, que salte del puente y todo se volvió negro.

-Pues gracias a eso, yo te salve la vida. -respondió. -¿Por que te tiraste del puente? -pregunto. -intentabas...¿Suicidarte?

-La verdad, es que si. -dije serio. -Gracias por salvarme, pero, no de viste haberlo echo. -me levante del sofá. -Auch... -me queje, me dolía demasiado la pierna.

Al instante la chica se levanto, se sentó a mi lado.

-¿Estas bien? -pregunto preocupada.

-Si, solo que, me duele la pierna eso es todo..me tengo que ir.

Me levante nuevamente y me retire de la sala cojeando, pero ella me detuvo.

-Por cierto, no creó que llegues muy lejos con una pierna lastimada. -dijo ella. -Si quieres, puedes quedarte aquí, y mañana te vas. -propuso ella.

La mire, vi sus ojos azules, se notaba la preocupación en ellos.

-Ok. -respondí y ella sonrió.

-Por cierto, soy Elizabeth. -dijo.

-Jackson. -estreche su suave mano.

Nos quedamos hay, charlando.

Comenzamos a conocernos.

Por lo que entendí de su historia, ella tuvo un problema con sus padres, a sique decidió irse a vivir sola aquí en chicago.

También me contó que tenia una hermana, pero murió en un accidente automovilístico.

Creo que ella podría ser una oportunidad.

Una oportunidad de tener una amiga.


"Si decido Quedarme".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora