-¡Adiós mamá!-Cierro la puerta del auto.
Camino hacia la escuela intentando no parecer nerviosa, y no es que este así por algún acontecimiento de hoy, es solo que las multitudes me colocan de esta manera sin razón aparente. Cruzando por las puertas observo desde lejos a Mabelle, guardado sus libros en su casillero y con alguna que otra complicación por el estorbo de su mochila. No soy una persona muy abierta a conocer y a hacer amigos, pero ella fue la que se acercó a mi y me atacó en la hora de almuerzo con su extrovertida personalidad hace ya 2 años, por lo cual hoy en día estoy extremadamente agradecida ya que no sabría qué sería de mi triste existencia hoy en día.
-Hola, ¿complicaciones?-Me detengo al lado de ella, sonriendo divertida.
-¡Ni que lo digas!-Contesta sin mirarme, guardando un cuaderno en su mochila y cerrando el casillero con fuerza, para luego darme una mirada molesta.
-Tal vez deberías dejar tu mochila en el suelo, pero hey, ¡solo un consejo!-Se cuelga su mochila en el hombro mientras me mira sin una pizca de gracia.
-Tengo prisa, la verdad. Ahora tengo evaluación de física y creo que no estudié lo suficiente.
Comenzamos a avanzar por el pasillo, ella caminando a paso rápido mientras le intento seguir el ritmo.
-Uhmm me cuesta creerte, y es que sé que cuando quieres algo te esfuerzas el doble.
-Gracias por tener la fe en mi que yo no tengo-Me dice en tono de broma, con una sonrisa forzada. Ruedo los ojos.
Doblamos por el pasillo en dirección a mi casillero, así que nos despedimos para que ella fuera a su sala mientras voy a guardar algunos libros. Al llegar al frente de este y abrirlo, escuché a mi izquierda unos cuantos gritos saliendo de la oficina del director, y no sonaban para nada como gritos de victoria. Rápidamente doy vuelta mi cabeza hacia esa dirección al escuchar la puerta abrirse bruscamente, en donde sale un señor de traje azul marino con el pelo bien peinado luciendo rasgos franceses, y detrás de él un chico sin sonrisa, el pelo desordenado con rasgos bastante parecidos a los del señor, y al lado del director. Drama, drama, lama, llama...
Cierro el casillero al mismo tiempo que él pasa a mi lado, en el exacto instante en donde posa sus verdes ojos en los míos. Cruzando miradas, sentí escalofríos en mi espalda. Viste un poleron burdeo sin cierre junto con unos jeans oscuros, combinando con unas zapatillas negras, haciendo resaltar esos ojos verdes, dejándome sin aire. Cuando suena el timbre para entrar a clases, aparta su mirada y junto al director, doblan por el pasillo. Eh... ¿Qué fue eso?
Sacudo levemente mi cabeza como si eso fuera a eliminar la sensación electrónica por todo mi cuerpo, e intentando sacar esos ojos de mi mente, voy rápidamente a clases. Seguido de mi al entrar a clases, el profesor ingresa por la puerta. Me voy a mi asiento habitual, saco todo lo que necesito de mi mochila y la clase de español comienza.
-Lo siento por interrumpir profesor-La puerta se abre, es la voz del director.
Cuando levanto la cabeza de mis apuntes en el cuaderno, nuevamente esos ojos vuelven a estar presentes. No se posan en mi, sin embargo, aun así siguen dejándome sin aire. ¿Qué **** me está sucediendo? Mentalmente, me golpeo mil cachetadas.
-Está bien director-Le contesta, asintiendo con la cabeza. El director se va- Chicos, él es Alec, viene de intercambio desde Francia.
Al momento que el profesor dijo esas palabras, comenzaron los murmullos de todos. El chico nuevo, Alec, estaba analizando a todos, con una mirada profunda, al mismo tiempo que observaba las paredes.
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Maybe
RomanceMarie está convencida de que la vida avanza alrededor de los momentos, y que estos bailan alrededor de ella. Mientras intenta descifrar su lugar en este mundo, su mente no se ha estado comportando como su mejor amiga, y la vida se vuelve gris al fre...