"𝙲𝙰𝚈𝙴𝙽𝙳𝙾 𝙰 𝙻𝙰 𝙻𝙾𝙲𝚄𝚁𝙰"

•CAYENDO A LA LOCURA•

   Caminaba por los largos pasillos rodeándome por paredes de concreto, algo muy normal.

   Anotaba en mi libreta negra las cosas que tenia pendientes por hacer y que revisar (algo muy estresante).

   - Señor Ratri - Me nombró una enfermera a mi espalda.

   - Dígame Anna - Le conteste a la rubia atrás de mi.

   - Su turno ya finalizó - dijo para despedirse con una reverencia.

   - Muchas gracias - me estiré hacia atrás y cerré mi cuaderno.

   Salí directamente hacia los vestidores de hombres para dejar mi bata y uniforme.

   Después de un rato una voz familiar se hizo presente.

   - Norman

   -Hola Ray ¿qué cuentas?

   - No mucho, ¿y tu?

   - Lo de siempre, con la chica del salon 5, la que e estado atendiendo.

   - ¿Te refieres a Gilda? ¿Que cuenta ella?

   - Su esposo ya vino por ella.

- ¿Don?

- Ese mismo.

- Eso es bueno ¿no?

- Por su puesto - comenté cerrando el casillero.

- Pff... - Sonó con aburrimiento - ¿Quieres ir a tomar algo?

- ¿Uh? Claro - Tomé mi libreta de piel negra y anote algunas cosas.

- ¿Porqué siempre cargas con ese cuaderno?

- Bueno hmmm... cosas que no quiero olvidar.

- ¿Esta bien? Vámonos

Llegamos a un pequeño establecimiento cerca del Hospital, ordenamos algunas bebidas y comida, nos sentamos y comenzamos a jugar un sencillo juego de preguntas común y corriente.

- Yo empiezo - Dijo Ray - ¿Peor paciente?

- Gillian Goldy - conteste para luego dar un gran sorbo a mi bebida.

- ¿La chica con gorro? - asentí - ¿Porqué?

   - Se enamoró de Oliver y no quería ser mi paciente y termino en suicidio.

   - ¡Ah! Por eso Oliver se pone especial con el tema.

    - Ajá - Probe un del Takoyaki que ordenamos.

    - Mmmm... una pregunta

    - ¿cual?

   - ¿No te gusta nadie? - su pregunta fue muy directa y terminé ahogándome con mi alimento - ¡Demonios Norman! - me pasó un vaso de agua.

   - ¡Cof, cof, cof! ¿Qué... ¡cof! Clase de... ¡cof, cof! Pregunta es esa - transpire una y otra vez.

   - Pues, seria algo ilógico que a nuestra edad no tengamos alguna pareja.

   -  Verás Ray - cree una pequeña pausa - ahora la pregunta te la hago yo.

   - ¿cual es?

   - Primero que nada, tu no eres la clase de persona que habla de ese tipo de cosas ¿estas enamorado? - pude apreciar que si rostro se tornaba de un color carmín.

   - No es nadie.

   - Vamos... somos amigos - murmuro una pequeña frase casi imperceptible al oido - ¿quien?