Capítulo 2

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Una semana después, Park Jimin estaba asistiendo al funeral. Se encontró presentándose vestido con un terno sencillo pero elegante, con el rostro sin expresión que delatara el estado de ánimo en el se encontraba, y rodeado de una fortaleza que había creado a causa de las experiencias negativas de su vida. No hacía mucho frío a pesar de estarse comportando como un hombre de hielo.

La luna y unas tantas estrellas adornaban el cielo esta noche.

Caminando por la alfombra color rojo sangre que llevaba a la sala del velatorio, se vio aturdido en pocos segundos por el flash de las cámaras fotográficas. Eran muchos los reporteros que le tomaban fotos e intentaban encontrar respuesta a sus preguntas fuera de lugar.

“¿Por qué no se deja ver públicamente, señor Park Jimin?”

“¿Está casado?”

“¿Alguna relación amorosa de la que no sepamos nada?”

“¿Cuál es su relación con la ex banda, señor Park Jimin?”

“¿Como se toma usted que su orientación sexual influyera de forma negativa en el grupo?”

Solo habían pasado minutos y ya lo estaban haciendo vivir un martirio.

Los reporteros hacían cualquier maniobra con tal de obtener la mejor toma del "idol homosexual" y no la mejor fotografía de Park Jimin, uno de los ex idols más famosos y talentosos que las  empresas musicales Sur Coreanas hayan tenido.

Vaya fiasco.

Ignoró por completo el gentío que, como supuso, eran famosos invitados y la familia del difunto. Algunos estaban sentados mientras que otros todavía caminaban de una esquina a la otra en busca de un conocido, o para expresar sus más sinceros pésames.
Jimin respiró hondo en un vano intento de calmarse, era cierto que hace unos días se las había arreglado -mentalmente- para asistir al velorio, no obstante, ahora parecía que el tiempo empleado para dar su mejor actuación no estaba funcionando.
Claro que le afectaba la muerte de su ex amigo, de su ex compañero de baile y canto, de, talvez, una de las pocas personas que alguna vez tuvo oídos y corazón para escuchar sus dramas de adolescente; aunque Kim Namjoon hubiera, poco a poco, caído en eso que muchos conocen como "la fama lo cambió", en sus años como estudiante de la academia estuvo allí para él. Fue solo cuando el grupo se separó que los conflictos llegaron; en si la separación ya estaba planeada desde años antes, mas lo que sacó el verdadero carácter de Nam, o simplemente la vergüenza del "que dirán", fue cuando Jimin empezó a mostrar públicamente una compostura fuerte respecto su orientación.

Nam odió que Jimin sobrepusiera su orientación a su carrera.

Jimin todavía recordaba con exactitud   el día en que todo su castillo se derrumbó, cuando su nombre se ensució con especulaciones, cuando sus sentimientos fueron arrojados a un precipicio y, lo que todavía ardía, que las dos personas que más amaba en el mundo murieran repentinamente.

Su castillo, ese que supuestamente pensó haber forjado con el más duro acero, tristemente resultó ser de arena. Pues el día menos esperado, medio año después de la separación del grupo, su madre falleció y la persona de la que había vivido enamorado lo abandonó.

Jimin siguió adentrándose y buscando con la mirada a sus ex compañeros; la capilla de la enorme iglesia estaba decorada con figuras de ángeles y santos de colores vidriosos y expresiones que le hacían poner los pelos de punta; también habían crucifijos y un decoroso altar color oro con un monumento de Jesús en la parte trasera. Ese era el altar en donde el cura hablaría por horas antes de poder pasar al santo entierro que se llevaría a cabo el siguiente día por la mañana.

Dramático | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora