Era otro día de mierda más en mi vida, nada fuera de lo común, mis compañeros me molestaron como siempre, la misma rutina de ellos de tirarme contra el piso como lo hacían los tipos de la lucha libre, tirarme a las duchas con todos mis libros, mis apuntes, y para terminar con broche de oro, sacarme la ropa y esconderla. Pero esta vez no les salió como pensaban, no me enoje, me aguante las ganas de gritar, de pelear por ello pues eran esfuerzos en vanos que no servían para nada, todos se quedaban mirando y riendo como siempre mientras yo los observaba pensando en cuando comenzó todo esto y cuando pararía, pero las cosas eran tan monótonas en mi vida que no me importaba si se detenían o no, de todos modos ya estaba acostumbrado a semejante tortura...
Llego mi timbre de salvación, la hora de poder retirarme de este maldito infierno alfin, como siempre de camino a casa iba atento a lo que pasaba alrededor mientras escuchaba música cuando en un momento encuentro un cuadernillo algo gastado tirado en el piso el cual me llamo la atención, no dude mucho en que hacer y solamente lo cogí y le eche un ojo a un par de hojas en las cuales siempre se agradecía a una persona la cual la mencionaban como "Arioch" como si hubiese hecho algo por ellos, no le di mucha importancia asi que lo guarde y me lo lleve a mi casa. Cuando llegue estaban de nuevo mis padres discutiendo por lo mismo de siempre, ese problema de alcoholismo de mi padre que habitualmente nos separaba nuestra relación de la familia pero con el tiempo lo sabíamos llevar con algo de control y no nos hacíamos mala leche por ello asi que solo camine hasta el final del pasillo y llegue a mi pieza, me recosté en mi cama y me puse a ojear el libro nuevamente. Tenía palabras confusas que a veces no entendía así que al lado mío estaba mi portátil que lo usaba como diccionario a las palabras. Después de leer bastantes paginas me di cuenta que era como un tipo de diario pero con nombre, o era de una persona que hacia simples cartas de agradecimientos sin receptor, no lo sé, habían muchas ideas en mi cabeza cuando leía hasta que llegue a una página...
Aquella página, la recuerdo bien, me hizo sentir un escalofrío por toda la espina dorsal y tener un sudor helado, hablaba de nuevo el tipo contando su día pero estaba vez se sentía lleno, como si hubiese terminado un trabajo que le costó mucho tiempo acabar, decía algo así...
"Querido señor Arioch gracias por cobrar venganza contra esos malditos hijos de puta que atentaban y abusaban de mi dignidad, como se lo pedí señor a cada uno lo castigo como se lo ordene, al maldito que siempre me robaba mis cosas le corto las manos, a la mierda que siempre me insultaba le corto la lengua y los labios, y al estúpido que los mandaba, pues a él, le llego la mejor parte, lo mato señor, y no de cualquier manera, lo mato en una pesadilla con sus mayores temores, señor ahora suya es mi alma como quedamos de acuerdo en el contrato, ahora a esperar el día de mi muerte y el trabajo estará pagado y usted estará feliz, gracias por todo mi señor"
Miles de cosas pasaron mi mente, ¡¿es que acaso este tipo hizo algún pacto con alguien para cumplir venganza?! Me asombraba pero a la vez me hacía pensar, en que también sería bastante provechoso para mi, para alejarme de ese infierno, de esa mierda que tenía que pasar todos los días de mi vida. Llegue al final del diario, y el tipo ponía las instrucciones de como poder comunicarme con aquel ente del cual el estaba agradecido, para poder comunicarme con "Arioch" no era para nada fácil, puesto a que necesitaba bastante cosas pero aquello no me detendría, ya no quería soportar más cosas, mas sufrimiento, ahora a ellos les tocaba sufrir...
Al día siguiente me prepare, y busque todos los materiales, eran fáciles de conseguir pues eran los mismos que uno ve en las películas de pactos eran como un cliché, que en donde uno mirara o buscara los iba a encontrar, lo malo era que necesitaba un sacrificio un tanto difícil, pues era físico, era de carne y el otro dependía del trabajo que pidiera. No perdí más tiempo y empezó el conjuro, el ambiente se hizo turbio, el silencio era completo a tal punto que sentía y escuchaba mis latidos del corazón y les aseguro que tan nervioso que estaba que podía oír mi circulación como pasaba atraves de mis venas, era tiempo del sacrificio, tenía que hacer un corte en alguna parte de mi cuerpo, y lo hice detrás de mi oreja, tenía que ser una "A" y la hice fácilmente y la sangre que saliera del juntarlo para finalizar del conjuro, así es como el demonio se haría conmigo, viviría conmigo, me acompañaría el resto de la vida, el conjuro se completó, cerré mis ojos y escuche al demonio...
-Simple mortal! porque osas invocarme a mi el demonio de la venganza Arioch que trabajo quieres que cumpla, y que darás por el!? -
+Tengo un trabajo para ti demonio! quiero cumplir venganza, pero no quiero que lo hagas tu, el trato es simple, quiero tus poderes! podrás vivir en mi hasta mi muerte y poder dominarme siempre y cuando de lo ordene, así podrás hacer lo que quieras, causar dolor ilimitado en carne y hueso!
Hubo un silencio eterno e incómodo un par de minutos, no sabía si aceptaría la oferta, y si yo la sabría usar, ¿tener un demonio conmigo dentro, y poder manipularlo cuando quisiera? ¿Acaso estaba loco?, no lo sé, lo único que tenía en mi mente era poder parar el eterno sufrimiento que no me dejaba ser feliz, cuando de momento se escucha una voz...
-Bien mortal, tu oferta me excito, así que acepto, viviré dentro de ti por el resto de tu vida, y te acompañare en el infierno junto con tu alma...
El demonio termino su oración y abrí los ojos y sentí un ardor que empezaba en mi pecho y pasaba por todo mi cuerpo, me desplome en el piso pues el dolor era muy fuerte, solté un grito feroz que se pudo oír en cualquier parte y me desmaye. Al los minutos desperté y volví a mi hogar, veía la noche más oscura y me sentía más agresivo, tenía una mentalidad más turbia, mas vengativa...
Al otro día me fui al infierno como lo solía llamar siempre, solo que ahora era mi infierno, lo gobernaba yo, pues este día cambiara, yo sería el demonio, YO SERIA EL QUE MANDE ALLÍ!, y así fue como llegue, entrando al salón, allí estaban los hijos de puta esperándome para abusar de nuevo de mi...
Cuando de repente se acerca uno de los lame botas y yo siento el dolor, siento la sensación, siento la maldad teniendo el control de mi cuerpo, y lo agarro del cuello y lo azoto contra el piso, rompiéndose la cabeza y gritando pidiendo ayuda
-AAH! ayúdenme! por favor mi cabeza! me duele dios mío!
Me acerco a el y le digo al oído: "tu dios no te podrá salvar ahora, pues este es el infierno y lo manejo yo..." Se vienen todos contra mi, uno tras otro, en fila buscando pegarme, abusar como siempre lo hacían, pero no pudieron, aunque me superaban en número yo sentía el poder de mil hombres en mis brazos y la maldad de un demonio en mi mente, un demonio que me manejaba y me concedió sus poderes para hacer aquello que tenía planeado durante mucho tiempo...
Viene uno con el brazo en alto, y yo sin pensar dos veces lo golpeo con una patada en la cabeza y queda inconsciente en el suelo, en un momento me llega otra vez el ardor de aquel día del conjuro y cierro los ojos, cuando los vuelvo abrir, todos me quedan observando, gritando y asustados sobre el color de mis ojos rojos, llenos de furia y sed de sangre, intento hablar y escucho mi voz, pero esta vez no era una, eran dos voces, como si el ente estuviera conmigo, en ese momento uno de los chicos saca un cuchillo de su bolso, siento que ya no tengo el control de mi cuerpo, solamente puedo observar, todo lo que me pertenecía lo manejaba alguien mas pero no era yo, mi compañero se acerca con el cuchillo, arioch se lo quita y lo apuñala en una pierna y lo vuelve apuñalar y sigue, no se detiene, no tiene intenciones tampoco hasta dejarlo con la carne viva de la pierna al aire, se podían ver los tendones, los nervios, músculos, huesos, todo asomándose junto a un charco de sangre y arioch... arioch se reía incontroladamente, como un lunático llenando su sed de sangre, allí fue cuando me dejo manipular mi cuerpo nuevamente, yo estaba contento, estaba feliz, afín libre decía yo, ese hijo de puta le tendrán que cortar su pierna si o si y no me podrá molestar nunca más!, no le queda de otra mientras quedaban mas chicos del salón que les falta sufrir, yo no quise seguir, fue mucho por hoy, así que decidí amenazarlos y decir que nadie había sido, que el hijo de puta se había cortado solo por intento de suicidio, y si alguien intentaba hablar seria castigado el doble o hasta el triple de cómo fue castigado el...
Así cobre mi primera venganza y encontré a mi primer demonio, cada vez que cerraba los ojos podía hablar con Arioch y me decía que conocía mas demonios que me servirían de ayuda y que eran aliado de él, que podía obtener el mismo trato que tuve con él y así poder llegar a ser una persona muy poderosa, con un poder sobre natural, así que le hice caso, seguí sus consejos y así empezó mi búsqueda por mas demonios que podía obtener y nuevos demonios que podía manejar...
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acompañado de mis demonios
Paranormalbueno esta es mi primera historia. Eidean era un joven que al pasar por circunstancias variadas de abandono, soledad y abuso sobre el tanto de poder como simple maltrato escolar. Vemos como el personaje se encuentra con un libro que contiene formas ...