cherry flavored cigarette

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ㅤ Hay que admitir que aquel fue el peor día de su vida

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ㅤ Hay que admitir que aquel fue el peor día de su vida... hasta que finalmente llegó Halloween.

30 de octubre, 23:00pm

El insistente sonido de las agujas del reloj lo estaba volviendo loco. Tic-tac... tic-tac... tic-tac... El repetitivo patrón no dejaba de retumbar en su cerebro, acompañado de ese pitido en el oído que opacaba el silencio del estudio. Al igual que sus uñas, los labios de Chris habían adquirido un color rojo cereza debido al mal hábito de comerse la carne de sus dedos y labios cada vez que la ansiedad le ganaba. Todo sería mejor si tuviera un poco de compañía, pero siendo día festivo era mucho más complicado que sus amigos tuvieran tiempo libre. Por más que muriera de ganas por tomar sus cosas e irse a casa, estaba obligado a esperar a su jefe para mostrarle la canción en la que había estado trabajando. La elaboración de la misma le tomó tiempo, lágrimas, sudor y sangre (además de causarle algunos problemas, tanto en lo social como en lo físico y psicológico). Cabe destacar que aquellos fueron los peores meses de toda su vida, y que nunca había trabajado tan duro en una canción. Lo peor de todo es que se sentía como tiempo desperdiciado, porque el resultado final (el cual era con exactitud lo que su jefe le había pedido) era basura. Pero ese es su trabajo; hacer canciones que fueran aceptadas por un público tan rígido, egoísta e injusto como lo es el público coreano.

La razón por la cual estaba tan ansioso era un misterio. Quizá lo carcomía la posibilidad de que la canción fuera rechazada, pero era prácticamente imposible ya que cumplía con todas y cada una de las condiciones que el jefe le había planteado. Y no es que significara mucho para Chris, pero no podía negar que en serio le puso muchas ganas a la producción. Esa canción, por más que doliera, fue la razón principal por la cual no pudo viajar a su país natal para visitar a su madre y darle la atención que necesitaba después de haber finalizado su tratamiento debido al cáncer que le venía afectando desde hacía algunos años. Vamos a ser honestos; Chris detestaba cada momento de su vida desde que entró a esa compañía. El perder contacto con su familia, adaptarse a las normas sociales ridículas de ese país nefasto, trabajar sin descanso y perder valioso tiempo son sólo algunas cosas que hacían que se cuestionara si realmente debía estar allí. Varias veces se le cruzó por la cabeza la tentadora idea de tirar la toalla, ¿y qué lo detiene? Probablemente esa estúpida frase que su padre le repetía: "¿tanto vas a nadar, para morir en la orilla?". Y es que Chris, por más pesimista que fuera, estaba seguro de que todo eso algún día valdría la pena... algún día.

La presión en su cabeza, aquella inexplicable sensación de que en algún momento explotaría y los sesos saldrían expulsados para todos lados, se hizo más fuerte ese día. Sus amigos estuvieron todo el jodido mes de octubre insistiendo en que festejaran Halloween, aun sabiendo todos los inconvenientes con los que Chris cargaba. Todo el día estuvo en la compañía, y aun así seguía recibiendo mensajes de sus amigos; "Chris, más te vale festejar Halloween con nosotros". Por más que intentara ponerse en su lugar y comprender el porqué de tanta emoción, sentía que al próximo que mencionara la palabra "Halloween" le reventaría la cabeza contra la pared. Estaba harto, tanto que su único pensamiento era llegar a su casa y dormir tres días seguidos. Con suerte se levantaría y en las noticias estaría la grandiosa noticia de que la compañía JYP se había caído a pedazos, y al fin podría volver a su hogar, muy lejos del país que le arrebató todo, al menos con la excusa de que había pasado los últimos siete años trabajando como loco.

HERE'S YOUR FUCKING HALLOWEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora