Capitulo 1.

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Como cualquier niña quise vivir en un mundo perfecto donde existieran príncipes, princesas, reyes y reinas. Para mi ese mundo era todo, desde los tres años tuve un concepto muy extraño de la vida, creí que todo era diversión, risas y juegos, la realidad choco contra mi al darme cuenta que mi vida se destrozaba poco a poco.

La desgarradora experiencia de no tener a tus padres ahí para escucharte es triste pero hay personas que tienen una situación peor, algunas veces olvidan a sus hijos en la manera de como actuar. Como siempre a mi la suerte me falla, mi padre... falleció o bueno eso es de lo que se por parte de mi mamá después de que él desapareciera por 6 años. Cuando yo era una pequeña de 4 años mi padre venia cada tarde a visitarme, luego de un par de años dejo de hacerlo y luego se fue, en ese momento desapareció, cuando mi mamá me dio la noticia de que habia fallecido no llore ni me sorprendí, no me afecto porque casi no tenia ningún recuerdo bueno de él.

Ella me dice que hay buenas cosas en el futuro y que no me preocupe por él porque esta en el cielo (lo cual no lo creo) y si pensé lo mismo que ella, buenas cosas me esperaban en el futuro pero ahí fue cuando mas caí. Al entrar a secundaria toda mi vida se jodió, mi vida dio un cambio de 360º ahí comenzaron ''las adicciones y la auto lesiones''.

En primer grado mis notas bajaron y subí varios kilos ahí fue cuando comencé a odiarme y una de las cosas que contribuían a ello fue que mi mamá que me reprendía por las malas notas y jamas me escuchaba, ese momento fue el comienzo de mi auto lesión. En segundo grado aun lo seguía haciendo subí un poco mis notas y "la supuesta mejor amiga" que todos tienen (hasta yo) nunca me preguntaba el típico "¿como estas?" Le reste importancia a ella porque ya no estábamos tan unidas como antes. En tercero baje un poco de peso y busque ayuda con una psicóloga que me ayudo mucho y deje de auto lesionarme ¡una suicida menos! El paso que di fue muy grande para mi que tuve que festejarlo yo sola, sí, aun nadie se había enterado que Armi Wrigth se auto lesionaba, sí tampoco mi madre, ni mi "mejor amiga". Las personas guardan secretos y este es el mio.

A finales de tercero comenzaron mis supuestas adicciones de los que se expandieron, hasta ahora la actualidad.

Lunes 8 de septiembre del 2014. 6:45 am.

Tener sueño es una de mis mayores prioridades a los 16 años, detesto el momento en el tener que levantarme, dormir es un regalo para mi, un regalo que te hace olvidar de la realidad o de donde estas y cual es tu situación. Pero ese regalo se esfuma al saber que tengo que despertar en algún momento.

El sonido estruendoso de la alarma me obliga a que lo haga y el grito incesante de mi madre también.

—¡Armi!
—¡Ya voy!—respondo para poder callarla.

El ultimo año del instituto va a empezar después de unas jodidas vacaciones. Abro mi armario y encuentro un polo amarillo, agregándole una casaca de tela negra y termino colocándome unos jeans y zapatillas. Escarmeno mi cabello negro y lo dejo suelto.

En mi mochila meto una cajetilla de cigarrillos, un par de cuadernos de los clases que me tocan hoy y dos bolígrafos. Bajo y encuentro a mi madre toda exaltada.

—¿No eres consciente de que vas a llegar tarde?—su rostro muestra enfado y sus brazos en forma de asa en los lados de su cintura significan que me esta regañando.

Decido no darle importancia al servirme un jugo de naranja de la caja de zumo que esta en la mesa.

—Soy consiente de varias cosas madre.
—Bien pues apúrate.

Salgo de la casa despidiéndome de ella, yo por rumbo al estudio y ella al rumbo del trabajo. Llego caminando al paradero del autobús y lo pillo.

Me siento en la parte de atrás y me coloco los audífonos del iPhone y dejo que la música se adueñe de mis oídos. Desearía sacar un cigarrillo y prenderlo en este momento, pero se que es el lugar menos indicado lo haré después.

Good Life.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora