JIKOOK OS ✧ ARE YOU CALLING ME A SINNER?

I am a sinner

Pasó por al lado de Jungkook y el mundo se paró cuando ambos se miraron de perfil con deseo, sabiendo que el baile anterior había excitado en exceso a Jungkook. El moreno estaba rodeado de varios chicos y chicas mientras este disfrutaba de tenerlos a su alrededor. Pero cuando aquel chico de pelo rosa pasó por su lado nada más le importó, solo el sentimiento y el calor que empezaban a quemar en su interior. 

Nada ni nadie.

Center of attention

You know you can get whatever you want from me

Whenever you want it, baby

It's you in my reflection

Now I'm afraid of all the things it could do to me

If I would've known it, baby

Jimin se acercó a pedir una copa más cuyo nombre no recordaría nada más pasados diez segundos, cuando alguien se apoyó a su lado con un codo sobre la barra.

Sabía quién era perfectamente y se hizo el interesante sin girarse, empezando a coquetear con aquel apuesto camarero de nombre Hyunjin, si es que había escuchado correctamente. El joven a su costado rió sin creerse que no le fuese a prestar atención. ¿De dónde había salido aquel Jimin?

- Hola. - Su voz sonaba mucho más clara lejos de la pista de baile y la alta música.

I would've stayed at home

'Cause I was doin' better alone

But when you said, "Hello"

I know that was the end of it all

I should've stayed at home

Jimin sonrió de lado al escanearlo con la mirada de arriba a abajo. Estaba igual de atractivo que siempre, vestido de negro. Jungkook empujó su mejilla por dentro con su lengua. El pelirrosa estaba siendo súper evidente y no parecía importarle.

- Hola Gukkie. - Saludó mientras cogía la copa y se acercaba a él tras guiñarle un ojo al camarero.

- Parece que le gustas. - Dijo el menor refiriéndose al barman.

Jimin río por el efecto del alcohol. Veía doble a Jungkook, y le estaba gustando demasiado.

- ¿Y a quién no? - Preguntó coqueto mordiéndose el labio nervioso.

- Cierto. - Admitió Jungkook asintiendo con la cabeza. - Cómo no vas a gustarle a alguien. Me alegro de que al final vinieses.

- Taehyung me convenció fácilmente. - Declaró sin pensarlo dos veces. - Además me apetecía bailar con él de nuevo cómo cuando éramos novatos.

Jungkook dio un paso más cerca del pelirrosa peligrosamente y dejó su mano en su cintura, celoso del toque de antes del peliazul. Jimin pareció no inmutarse, a pesar de que en cualquier otro momento habría echado a correr por aquel superficial contacto.

Jungkook se acercó a su oído a hablarle notando como esta vez el mayor sí que se estremecía ligeramente.

- ¿Dónde está mi hyung? - Su voz era apenas audible.