Tu Voz Quema

03.

¿Cómo empiezo? Supongo que por el principio... Hola abuela, señora, hermano y padre... Soy yo Ji Gun, Park

Si están viendo esto ya ha pasado una semana desde que me fui de casa, debo pedir una disculpa sincera por hacer esto de esta manera tan fea, no quería decir adiós y por eso me estoy yendo así.

Hace exactamente seis meses que he regresado, fue sorpresivo y deprimente para mí que realmente jamás pensé en volver, han sido seis meses horriblemente dolorosos y decidí parar. Lamento no haber sido la hija que deseaste señor Park, lamento haber matado a tu esposa y el amor de tu vida, en verdad, nunca hubo un día en el cual no me lamentara ser quien tu querías pero así paso.

Abuela debo decir que aún no te perdono del todo, tu abandono me destrozo, me mataste de una forma que jamás pensé lo harías y que la razón es completamente justo, lamento horriblemente haber matado a tu nuera que, se convirtió en tu hija desde que llego, me inclino ante ustedes que sufrieron mucho menos que yo.

Señora Park y Ji Jae lamento mostrarles la verdadera cara de mi adre, para ti hermano él ha sido el mejor pero para mí no lo es, para mí es un tirano y debo admitir que la culpa la tengo yo o mejor dicho mi yo de siete años, me disculpo sinceramente y ruego por su salud.

¿Qué pasa? se han de preguntar, ¿Por qué tantas disculpas? Mi respuesta es simple, no quiero esto para mí, no estoy dispuesta a ser una amargada mujer de negocios, no es lo mío y en verdad no quiero estar en un lugar donde no soy bienvenida, en un lugar que solo me va a ocupar como una herramienta para el progreso de la empresa, no quiero ser la típica hija de un empresario que después tenga que vivir infeliz con alguien que no ama, así que me voy, por siempre me voy de sus vidas.

Desde que recuerdo fui sometida a duras prácticas que cada día me convencían de no querer esto, de ser completamente lo opuesto a lo que se espera de una familia de nombre aquí. Hace unos años no importaría y seguiría normal, siguiendo cada indicación pero ya no, odio los trajes, odio ser formal o niña "bien", odio todo lo que tenga que ver con esto.

Me voy sobre todo porque sé que mi padre no va a estar de acuerdo con esta elección y que mis decisiones para él son equivocas, me voy porque sé que aunque intente todo para ser de su agrado no lo logre y lo único que gane fueron malas caras y tratos.

Porque son mi familia pero también mi frenó, espero me perdonen algún día y podamos vernos después mientras tanto, no me busquen, no me llamen y no me olviden.

Con todo el amor del mundo, Gun...

(...)

A pesar de estar completamente lejos de mi padre mis nervios explotaban a mas no poder, era el día en que el secretario Lee entregaría el video donde explicaba cada una de las razones por la cuales había decidido irme de ese lugar. Tal era la sensación que inconscientemente camine a la tienda del anciano quien se encargó de recibirme con una sonrisa algo triste al ver cómo me dirigía hacia la nevera que contenía el alcohol. Era la tercera vez que iba en esa semana, desde que compre la casa y me instale, tarde un poco en escoger, cervezas, botanas y demás, por lo que alcance a escuchar un poco de lo que hablaba con él tipo que se encontraba en la caja.

— Señor Kyu ¿es cierto que se vendió la casa, quien la compro? —pregunto curioso con una enorme sonrisa

— La compro la chica que entro hace un momento, ella es la nueva vecina —dijo sonriendo el anciano— Ella llego muy mal y por azares del destino ahora es la dueña de esa enorme casa

— Señor Kyu no tiene mis papas, debería ver su inventario —dije bromeando mientras me acercaba a la caja

— Gun ¿Cómo van esas reparaciones? —Dijo algo avergonzado— tus papas estarían ahí si no vinieras cinco veces al día