Nuestra relación

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— Asada-san.

Me dirigí al mejor francotirador de GGO por su apellido, asegurándome de que no hubiera nadie cerca que pudiera oírlo.

En el sofá de mi departamento en GGO, Sinon y yo estábamos esperando que nuestros amigos terminaran de comprar para celebrar la victoria de hoy, siendo los dos MVP de la misión, ganamos el premio por ir directamente a descansar.

Estaba en el extremo derecho del sofá, mientras que Sinon estaba en el otro extremo, una distancia considerable a pesar de que éramos amigos.

— ¿Qué?

No parecía sorprendida a pesar de que la llamé Asada-san en lugar de su nickname: Sinon.

Sus ojos color hielo me perforaron como agujas, frunciendo el ceño como si le doliera la cabeza, parecía molesta porque yo era la persona que le hablaba.

— ¿Qué clase de relación tenemos?

— ...... ¿Te me estás declarando?

— Eso no está ni cerca a ser una declaración.

¿De dónde sacó eso?

Después de ese intercambio, dejó de arrugar la cara y apartó la vista de mí, volviendo a lo que hacía.

Por cierto, todo lo que estaba haciendo era simplemente apreciar a su amada Hécate ll que le hizo ser la MVP junto a mí, mirándola suavemente mientras la acariciaba con la punta de los dedos.

Ojalá también me mirara así...

— Más que amigos pero menos que novios, tal vez.

Y de la nada soltó eso.

— ¿Qué?

— Tu preguntaste que clase de relación tenemos, ¿o no?

— Oh, cierto... Lo hice

Ciertamente lo hice, pero no esperaba ese tipo de respuesta.

Los chicos de mi edad generalmente esperan respuestas directas, no algo tan ambiguo.

— Pareces decepcionado.

— Lo estoy.

Parece que se me notaba en mi cara que su respuesta había sido horrible, así que no había otra opción que aceptarlo. En serio, ¿qué es eso "más que amigos pero menos que novios"? Con mi conocimiento no sé si eso es bueno o malo.

— ¿Por qué?

— Sólo siento que me rechazaron.

— ¿No que no era una declaración?

— No lo fué.

— ¿Que rayos?

No lo fué, ¿bueno?

Aparté la vista para hacerme el tonto. Parecía que la conversación moriría allí, terminar con una respuesta ambigua era molesto, ¿Acaso es un protocolo de las chicas?

Reuniendo suficiente coraje, me acerqué a Sinon discretamente, manteniendo mis nervios de acero para hacerle una pregunta más directa.

— ¿Que sientes por mí?

Una vez más, Sinon giró su mirada hacia mí sin darse cuenta de mi acercamiento, pude verlo por la cara de póker que tenía.

— ¿Te me estás declarando?

Ahí va otra vez, ¿Piensa que estoy jugando?

— Para de preguntar eso

— Mmm...

Y entonces volvió a mirar suavemente a su Hécate II, no parecía que le estuviera dando mucha importancia a mi pregunta, ya que se veía bastante serena.

Eso duele...

— ¿Quieres saberlo?

— ¿Te demoraste tanto para responder con una pregunta?

— Es que te ves lindo con esa cara de confundido.

— Preferiría que lo hubieras dejado en lindo.

— No pienso darte ese lujo.

— Que cruel.

— Tu eres cruel.

— ¿Disculpa?

¿Exactamente porque soy yo el cruel? Estás evitando mis preguntas cómo toda una profesional, lastima que no hay una carrera para eso, te iría muy bien, ¿sabes?

— Tú eres el cruel...

Repitió sus palabras una vez más por una razón que desconocía, probablemente era para dejar en claro que era culpable de algo.

Pero aquí hay algo que me sorprendió, y ese era el tono de su voz, era tan bajo que apenas pude oírla, era como si estuviera a punto de llorar.

— ¿Eh? ¿Sinon?

Un escalofrío imaginario me recorrió la espalda al sentir que podría haber hecho llorar a una chica, pero mis ojos vieron algo totalmente diferente.

La cara de Sinon mostraba un tierno color rojizo que adornaba sus mejillas, mientras que los ojos que alguna vez me miraron con desagrado brillaban ligeramente debajo de sus pestañas, dándome cuenta de que podía ser muy bonita de vez en cuando.

Después unos segundos pudo darse cuenta de que la estaba mirando en ese estado e intentó esconderse abrazándo con fuerza a su Hécate II como si fuera una especie de escudo, ver a la mejor francotiradora en GGO era una deleite.

— Preguntándome esas cosas de la nada... ¿Qué eres si no cruel?

Esa voz suave llegó a mis oídos y me hizo sentir culpable al instante.

— P-perdón.

El encanto de Asada Shino era embriagador, tal que me obligó a disculparme inconscientemente. Era irónicamente aterradora en estos momentos.

— No te perdonaré.

— ¿Que hago para que me perdones?

Demonios, estoy a su merced...

— Invítame a un café.

— ¿Es una cita?

Sin demora alguna, Sinon volvió a su estado anterior, mirándome nuevamente con malos ojos.

Todo lo que había quedado de la linda Sinon se fué para nunca volver a aparecer.

Aaaah... Que desperdicio.

— ... Te gusta hacerle esto a todas, ¿verdad?

— Acaso... ¿Estás celosa?

— Te daré un puñetazo.

— Adelante.

— En la vida real.

— Detente, era broma.

Después de dos minutos de discusión, terminé obteniendo una cita a las 2:30 PM con Asada Sinon.

— Ni se te ocurra llegar tarde.

— Estaré ahí una hora antes.

— Tampoco hagas estupideces.

— Pides demasiado...

Kirito x SinonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora