Un año, había pasado un año desde que toda su vida cambio por completo. Aún recuerda cuando llegaron del hospital y lo primero que hizo su padre fue arrastrarlo a el y sus pocas pertenencias al sótano de la casa, donde se supone que sería su nueva habitación. En realidad, se convirtió en su cárcel personal, ya que según su padre "ese" omega masculino no debía juntarse con sus hijas omegas. Así que tenía prohibida salir de esa habitación, fría y lúgubre cuando sus hermanas retornaban del colegio. Obviamente retornar a la preparatoria ya seria como un sueño para él. Como su padre le había dicho esa misma noche, sería un gasto absurdo, invertir dinero en un omega inútil y sin futuro, tan solo era un estorbo, del cual lamentablemente no podía deshacerse de la manera "antigua" pero tampoco podía abandonar a su suerte. Así que tanto Louis como su padre tenían que soportar vivir juntos en ese pequeño infierno y esas solo eran unas pequeñas condiciones que le pusieron. Estaba condenado a este infierno del cual no podían salir, ni escapar se sentía tan pequeño y vulnerable, aunque de algún modo a veces soñaba que encontraría alguien o que alguien lo encontraría y lo salvaría de su nueva y dolorosa vida, pero cada día que pasaba, cada vez esa esperanza se desvanecía lentamente.-Esta será tu nueva habitación y agradece a tu madre que aun permito que sigas en esta casa. Me escuchaste.
-mm... - asintió con la cabeza, aun con la mirada pegada a su regazo y tratando de ocultar las lagrimas que amenazaban con salir.
-Responde omega, no entiendo si solo te quedas tratando de esconderte. ¡Y mírame cuando te hablo! -reprendió con más fuerza tomando a Louis por los hombros y sacudiéndolo un poco.
-Ah yo lo siento! lo sient...
-Alfa!! -intento Joan sin ningún éxito.
-No te metas, omega mas bien agradece que no lo haya echado a la calle -ordeno con esa misma mirada fría y llena de frustración que desde ahora le dedicaba a la omega que había amado; pero ahora se sentía tan diferente y empezaba a entender a su padre, quien siempre estuvo en contra de este matrimonio. Incluso llego a pensar que era un castigo o maleficio que le había echado y que cayó en su ahora ex-heredero.
-Escúchame bien, por que no pienso volver a repetir las nuevas reglas que debes cumplir dentro esta casa, Primero solo debes permanecer en esta habitación te traerán el almuerzo aquí, segundo no quiero verte cerca de tus hermanas por ningún motivo y tercero no quiero nada de reclamos y tendras que mantenerte en completo silencio, entendido.
- mm...yo es...queria hacer muchas preguntas pero ninguna se podia formular en su cabeza y prefirio callar.
-Entendiste bien? pregunto al acabar de exponer las condiciones a las cuales el pequeño omega se enfrentaba y debía obedecer de ahora en adelante.
-Responde Louis!
-Si, entendí -murmuro bajito.
-Muy bien, espero que sea cierto ¿Por qué sabes lo que pasa cuando me desobedecen no?
-mmm – volvió a asentir desesperadamente con los ojos bien abiertos que reflejaban el temor que siempre le había tenido a su padre, ganándose un agarre fuerte y doloroso jalón en la nuca.
- ¡Que te dije, sobre usar palabras! -No puedes decir un simple "si"
-ah! si...si lo sient...lo sien...
-Cállate! Estas advertido omega, y Joan vamos que esta noche tenemos una cena con unos ejecutivos.
Esa noche había vuelto a soñar con ese día, el día que su pesadilla empezó. Entonces decidió levantarse y tratar de olvidar lo que pasó la noche anterior. Se levanto de su corroída cama envuelto en un abrigo que su madre le había regalado cuando iba a cumplir los trece años, ese abrigo que antes en su época de esplendor brillaba en color rojo combinado con vivos negros y que ahora solo unas cuantos hilos lo mantenían aferrados a su cuerpo, sentía que representaba a su esperanzas deshilachándose cada día más, se puso las pantuflas que se suponía que eran unos gatos blancos y con el tiempo se habían convertido en unos simples y deformes zapatos que cubrían sus desnudos pies y lo protegían de algún modo del frio. Salió de su habitación hacia el baño que debía usar, que se encontraba cruzando todo el pasadizo de empleados y la cocina, algo por lo cual debía levantarse muy temprano ya que una vez que se cruzó con una de sus hermanas su padre le recordó de una manera muy física y despiadada porque no debía cruzarse con ellas. Lección que aprendió muy bien y nunca más desobedeció.
Después de tomar la ducha que le quito todo el cansancio, cansancio de no hacer nada y mantenerse encerrado y lo más callado posible, algo que ayer en la noche había fallado y se había llevado una buena reprimenda que ahora se reflejaba en varios moretones y la hinchazón y mancha negra que se formaba alrededor de su ojo izquierdo. No le había ido tan mal de todas formas, solo fue un empujón acompañado de un puñetazo que lo había dejado tendido y en completo silencio en su cama, entonces solo sonrió viéndose al espejo y pensando como eso podía ponerlo contento. Esta vez no le había ido tan mal, se repitió ya riendo más fuerte aún.
Un ruido de pasos bajando por las escaleras lo hicieron despertar de su ensueño. Se había demorado mucho. Ahora tenía que esperar que todos terminen para recién poder salir y volver a su habitación, mejor dicho a su celda. Debió pasar media hora y ya no sentía tanto ajetreo ni voces exaltadas o animadas contándose las cosas que hacían, las vidas que vivían y las experiencias y parejas que ya tenían, sus hermanas ya eran todas unas adolescentes hormonales que atraían muchos alfas y tenían locos a otros cuantos alfas y betas de los cuales obviamente se aprovecharían, y esa sonrisa fría y decepcionada se filtro entre sus labios, imaginando que él nunca podría tener o vivir eso abiertamente, que como decía y repetía su padre era una ofensa para la naturaleza y que nadie, nadie en su sano juicio se fijaría en un omega masculino. Perdido en sus pensamientos, sintió el vacío y solo unos pasos presurosos que se perdían por lo que supuso era la puerta principal, así que pensó que ya era tiempo de salir de su escondite, y eso hizo camino nuevamente por ese pasillo del personal, llego a la cocina y ahí las vio, estaban ahí, puestas a su disposición.
A un principio sintió miedo, una parte de él le decía que era demasiado arriesgado, y que, si su padre se enteraba, ya se tenía que ir preparando para su muerte, o peor para un castigo muy doloroso pero que no lograría matarlo y solo hacerle sentir más dolor del que su cuerpo podría soportar. Pero por otra parte, eso que estaba ahí olvidado parecía darle una mínima esperanza, esas simples cosas, casi abandonadas en la mesa pequeña de la cocina serian su escape, su pase libre, su forma de escape: y entonces no lo dudo mas y tomo las llaves con sus pequeñas manos y empezó a correr con toda la adrenalina atravesándole por las venas de su cuerpo y con ese miedo que ahora se convirtió en ilusión, llego y se fue a encerrar a su cuarto si, esta vez ya no seria mas su celda, pues él era quien ahora tenia las llaves a su libertad.
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Conti!!!
Volvi!!! lo siento por perderme...cosillas que pasan. Bueno nuevo cap. para detestar mas al alfa q dice ser el padre d Lou...grrrMuchas gracias x los votos y los comentarios.
Lots of love!
Kika28✨
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You are an Idiot / Larry Stylinson
Fanfiction-Lou? ¿Estás bien? Pregunto mucho mas dócil viendo al omega quien tan solo gruño. -H. este feo alfa grande y tonto me llamo duende! ...yo no soy un duende Alfa has algo -murmuro casi llorando la última parte, y Harry tuvo que tragar mucha saliva par...