Juegos Mentales [BTS] {*FINALIZADA*}✔

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T/N: Llámame así, si quieres, pero que sepas- me incorporé en la silla- que para mí te quedas como...

... Pedorro de frutas.
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Pov T/N

Diez días más tarde...

La mañana me alumbra perfectamente la habitación. Así que he aprovechado para limpiar y organizar un poco. Últimamente, he estado en la parra y bastante abstente de mi físico y habitación. Necesito ponerme las pilas cuanto antes, en serio, parece una leonera.

Los chicos han querido colaborar a lo que me he negado rotundamente al saber que todos -o la mayoría- querían hacer otras cosas más interesantes que pasar una tarde limpiando un cuarto desastroso, por lo que, ahora, estoy yo sola contra la basura del contenedor de mi habitación.

Seguían mereciéndose mucho más por los gritos que les pegué aquel día aunque ya estuviera más que hablado y aclarado. Gracias a esa charla, estrechamos nuestra relación como familia.

T/N: Qué asco.

De no ser por los guantes de látex que llevaba, seguro que terminaba con la Peste Negra.

"¿Cuándo he tirado yo algo pegajoso aquí?"

Y de repente, mi respuesta fue contestada por mera casualidad pasando toda esa porquería a una bolsa negra de basura mayor. El preservativo que habíamos usado hacía más de una semana estaba ahí, con la goma chapada con un color café y restos de un residuo blanquecino. No pude retener una arcada. Justo cuando fui a tirar esa cosa junto a las demás, me percaté de una abertura en la punta del mismo, la cual no debería estar allí. Afiné mi vista y dejé de lado mis pudores hacia el semen seco de Choi.

"Jo-der".

Solté una risa nerviosa y dejé escapar ese tonto pensamiento tirándolo junto al preservativo y mis guantes.

Anudé la bolsa y la cargué en mi espalda apartando unos cuantos pelos que se habían escapado de mi coleta. Salí de la habitación en dirección a la puerta principal de la casa y sin poder parar de pensar en ese preservativo, claramente roto, mi cabeza empezó a divagar y pensar que mi cansancio era debido a eso. Mordí la piel muerta de mis labios intentando pensar en otra cosa, fallando en el intento.

"No, T/N, no tienes ni síntomas ni retraso en el periodo. Ah, espera, que me tiene que venir en una semana y poco. Vale, que no cunda el pánico. El cansancio y las ganas de comerte todo lo que ves son síntomas del PERIODO, no de EMBARAZO".

(...)

Cinco días más tarde...

Nunca en mi vida había deseado con tantas ganas que me llegara la menstruación. Debería ser lo contrario, debería estar dándome ganas de tirarme de un décimo piso y no de organizar mis compresas.

Pensándolo mejor, también debería haberle dado la vuelta al colchón la otra vez que me puse a organizar la habitación. Tengo la espalda hecha polvo y el sueño desaparecido.

La paranoia me sigue a todas partes, pensando que cualquier cosa que mi cuerpo siente fuera de lo normal es por embarazo. Esa palabra se me repite las veinticuatro horas del día. Me veo más hinchada cada vez que voy al baño a pesar de haber estado controlando las comidas hasta llegar al punto de la obsesión. No puedo pasar por delante de un espejo sin asegurarme de que mi abdomen sigue igual.

Tae: ¿T/N, estás bien?

T/N: ¡Sí!- exclamé más fuerte de lo que creí- Sí.- dije con un tono de voz más normal- Ahora salgo.