Juegos Mentales [BTS] {*FINALIZADA*}✔

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Ahora sí correríamos, correríamos como leones persiguiendo a su presa solo que ahora...

... nosotros éramos la presa.
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Pov T/N

T/N: Pero... Sé que lo he escuchado, no está lejos.

Nj: ¿Qué quieres decir con eso? ¿Que tenemos que seguir corriendo?- soltó sorprendido-

Hee: Cielo, no podemos estar corriendo de aquí para allá sin rumbo. El agua que has escuchado debe ser de los restos de lluvia en los árboles.

No, yo había escuchado agua, pero no esa clase de agua, sino un buen goterío.

T/N: ¿Qué más da? Te recuerdo que nos están persiguiendo.

Hee: Eso a sido hace diez minutos en los que no hemos parado de correr. Hemos subido mucho y dudo que los coches de policía lleguen hasta aquí.- dijo molesta-

T/N: No tienes derecho a quejarte de eso. Jin lleva cargándote desde que los hemos encontrado.- respondí irritada-

Tae: No peleéis, no tenemos que abandonarnos ahora...- dijo apenado-

Cerré los ojos y respiré hondo. Tae tenía razón.

Pero eso no me hacía olvidar ese sonido de agua corriendo. Sé que tiene que haber algo por aquí cerca, al fin y al cabo, estábamos yendo dirección a una catarata.

Hee: Tienes razón, Taehyung, T/N,- la miré- lo siento, tienes un sexto sentido que no falla y aún sabiéndolo, lo cuestiono. Podemos seguirte.- sonreí ladina-

T/N: También lo siento, y de verdad que siento los mareos que os estoy pegando, pero no hay tiempo que perder, quiero poder teneros en casa de nuevo y olvidar todo esto.

Jk: Yo creo en ti,- se puso a mi lado- y también en tus intuiciones.- agachó la cabeza- Creo que debemos hacerle caso...- dijo en un tono casi inaudible-

Jin: Yo también lo creo, y si no podemos perder tiempo, será mejor que nos movamos.- acomodó cuidadosamente a Hee en su espalda y caminó recto- Tú mandas, Pequeña.- asentí con una sutil sonrisa-

Eché a andar guiándolos a todos. A medida que la tierra iba subiendo su nivel nosotros también lo hacíamos.

No corríamos, íbamos a un paso estable, ni muy lento ni muy rápido para llegar a cansarnos. Hasta el frío se me había pasado de lo distraída que estaba, solo que al pensarlo otra vez, el frío decidió calarme los huesos en cuanto me vio indefensa.

(...)