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Abandoné el sótano con la cabeza baja y bajo los gritos de dolor de Tae. No pude evitar hacer una mueca de dolor al escucharlo, pero sí puede asegurarme que intentaría evitar sus dosis como había hecho con Jimin.

Aunque solo pudiera asegurar el bienestar de uno.
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Pov T/N

Tras tres días de puro llanto en una solitaria habitación de hotel volvía a Corea del Sur. Me encontraba sentada en una de las sillas, esperando a Hee. Estar ahí me recordó al día en el que llegué por primera vez sin saber que el "buena suerte" que todos me decían iba a ser tan literal.

En esos tres días y dos noches, tampoco ignoré el hecho que era la ÚNICA de mi pequeña familia que se había dignado a despedir a un ser querido. Siempre supe que el "te quiero" de la hermana de la hermana de mi difunta abuela era más falso que el "no te va a doler" de un doctor, pero nunca llegué a creer que pasaría tanto de alguien que venía sufriendo desde hacía tiempo.

El testamento me lo cedió todo, desde la antigua casa en la que vivíamos con mi madre hasta la última moneda de su cuenta bancaria las cuales no eran muchas, por lo que terminé gastando la mitad en la estancia en el hotel y la otra mitad en los transportes hasta aquí.

Toqué con impaciencia mi colgante, cruzando una pierna sobre la otra sin dejar de mirar por todo mi alrededor.

Cuando mi mente empezó a divagar en si le habría ocurrido algo a Hee, a lo lejos, vi a dos hombres que, tranquilamente, podían sacarme cabeza y media. También me percaté de sus trajes negros y del cartel que llevaban con mi nombre completo, tal y como Hee hizo la primera vez. Le di una rápida mirada a mi móvil, esperando ver algún mensaje de Hee diciendo que no podía venir, pero no había nada.

Me levanté y arrastré las maletas detrás de mí decidida a acercarme a esos hombres.

T/N: Hola.- hice una reverencia- ¿No iba a venir la señorita Hee a por mí?

Hn: Ha habido un ligero cambio de planes, nosotros la llevamos.

Mientras tanto con Hee...

Sook: Otra dosis que ha salido a la perfección. Al final, va a resultar que soy buena mentora.- rio- Aunque te haya dejado al más sumiso.

Hee: Claramente, tú eres mucho mejor que yo.

Sook: Lo sé, tía.

Solté una risa fingida en lo que Sook se iba sin saltarse su voleo de pelo y su movimiento de cadera. Solo pude garantizar la estabilidad de uno de ellos. Jimin. Sook no me dejaba acercarme a los otros.

Seguía sin saber qué iban a hacer con T/N después de haberme dicho que yo me quedara aquí aunque, más bien, me encerraron bajo llave hasta que se aseguraron de que no iba a irme. En ese tiempo de distracción, quise poder bajar y hablar con los chicos, contarles todo lo que pasaba y alimentarlos pues llevaban los tres días encerrados, sin comida y sin poder ir al baño. Agua es lo único que les concedían. Desgraciadamente, se me hizo imposible tanto el llevarles comida como el simple hecho de bajar a verlos.

Hn: Oye.- volví en mí- El jefe ordena que vayas aquí.- me tendió una hoja doblada- No tardes, la chica está de camino y ni se te ocurra irte de la lengua.- me cogió por los hombros y me empujó dirección a la puerta- Vigila tus movimientos, Hee.

Juegos Mentales [BTS] {*FINALIZADA*}✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora