𝕰𝖆𝖙 𝖒𝖊 ( 𝓼𝓶𝓾𝓽 𝓳𝓲𝓴𝓸𝓸𝓴)

Cap. 3

Estábamos yendo en dirección de la salida, afuera del local para tomar un poco de aire, mientras que, Jeon Jungkook esperaba la llegada de uber. Me jaló hasta el callejón oscuro, mi cabeza estaba hecha un lío. Solo quería sentirlo, de todas las maneras posibles.
Me gustas demasiado Jimin. Te lo quiero demostrar.
No esperaba esa confesión, quería responder. Pero, no espero mi respuesta y me besó. El ritmo del beso era suave, sujetó mi cintura para acercarme hasta su vientre, repartió mordidas por mi labio inferior. Este chico, era mi perdición.
Ko-kokkie...no t-te...detengas - jadeaba-
Estoy tan caliente, pero no voy a follar en un lugar como este. Hay que irnos, ya llegó el uber.
Al hostal más cerca, por favor. -sentenció-
Al llegar al lugar, solicitamos la habitación matrimonial, y seguimos en dirección a la habitación, 3er piso C13.

*Pov Jeon Jungkook*

La noche estaba saliendo mejor que nunca. Aceptar, al mayor, sin duda, fue buena opción.
Al estar dentro de la habitación, no quitaba mi mirada de su trasero, se ve tan frágil que me da miedo ser brusco con él. Me acerqué hasta él, se dio media vuelta, y en pasos torpes caminamos hasta la cama. Me sujetó de la nuca para sellar en un beso, le correspondí.
Amo cuando tienes el control - gruñó el pasivo -
Empecé a desvestirlo sutilmente, sin quitar mi mirada de su cuerpo, el rubio estaba bien dotado. Me acerqué hasta la comisura de sus labios, y lo empujé suavemente hacia la cama. Me subí encima suyo, empecé hacer movimientos verticales, su respiración se entrecortaba, y aproveché para desvestirme.
Mmm..ah- aaah..Kookie. Dame más
Ver el estado frágil de mi acompañante, me hacía sentir más seguro para continuar. Lo besé apasionadamente, mientras que, mi mano lo masturbaba ágilmente, ingresé mi lengua en su cavidad, y seguía repartiendo besos por su rostro.
La habitación empezaba a inundarse por nuestros gemidos, me alejé por la falta de aire, y coloqué la playlist aleatoria. Me acerqué hasta su clavícula, iba dejando besos húmedos por todo su cuerpo. Él se quitó el bóxer, y se colocó de espaldas, mostrando una vista de ensueño.