Yk: Castiel... Despertaste... [Él la mira y parpadea para enfocar la vista.] Hola.
Cs: Hola... ¿Qué ha pasado?
Yk: Mientras volvía de la farmacia, Demonio apareció de la nada. Al parecer se escapó por la parte de atrás cuando te desmallaste... Cuando llegué, te encontré tirado en medio del salón... Solo se me ocurrió llamar a Lyss. Cuando llegó, te trajo aquí y llamamos al médico. [Hace una pausa y baja la mirada.] Me asustaste... [Sus ojos se llenan de lágrimas, pero no las deja salir.]
Cs: Yuko... [Se da cuenta de las lágrimas.] (La he preocupado de verdad...) Tranquila, no pasa nada. Ya estoy mucho mejor. Solo tengo un pequeño dolor de cabeza, nada más. [Se sienta en la cama y la abraza.] Tranquila, amor...
Yk: Maldito titán sin nalgas... Me diste un buen susto. [Lo abraza con fuerza pero con cuidado de no hacerle daño.]
Cs: Lo siento, enana. (Me alegra que me llame así en momentos como este.)
Ls: [Entrando en la habitación.] Yuko, he traido la... ¡Castiel, te has despertado! Menos mal...
Cs: Gracias por ayudar a Yuko, Lyss. Te debo una.
Ls: No seas tonto. Somos amigos, no tienes por qué darme las gracias. Por cierto, Yuko, ¿le ha bajado la fiebre?
Yk: Dejame ver... [Le pone la mano en la frente.] Sí, pero aún la tiene un poco alta. Castiel, será mejor que vuelvas tumbarte.
Cs: Ya te he dicho que estoy bien. [Ella lo mira con cara triste.] Está bien. [Se tumba.]
Yk: Gracias. [Le da un beso en la frente.] (Está ardiendo...) Iré a cambiar el agua. Lyssandro, ¿podrías que-?
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Una vida a tu lado
Lãng mạnCuando empiezas a sentir algo por tu mejor amigo parece que en tu mente se forma un torbellino de sentimientos y al final ya no sabes ni si estás feliz o triste. Cuando descubres que él siente lo mismo ese torbellino se transforma en dos sentimiento...