capítulo 18

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Catalina entró justo para agarrar a Sonia que se derrumbó al suelo después de disparar a Tahia y así evitar que le tire a Sebastián un tiro.

Sebastián desató a Francisco, quien corrió a donde Sonia se encontraba.

— Ya está mi amor, todo se acabo— dijo el
— ¿ la mate?, yo no quería, pero tuve miedo Francisco, no podía permitir que mate a Sebastián, que otra persona salga herido.

— No, no mi amor, tranquila.

Una hora después todos ya estaban fuera del galpón, esperando que realicen todas las investigaciones los efectivos policiales.


Derivaron al hospital a Tahia que tenía una herida de bala en su hombro, a
Enrique que estába muy grave ya que había perdido demasiada sangre con una herida de bala en su abdomen,
Y los dos ayudantes de Tahia quien estaban heridos en sus piernas.

Todos iban a tener causas por este suceso pero Tahia era la más perjudica, el abogado de Francisco dijo que esto iba a tomar trabajo, ya que si el abogado de ella presentaba que era una mujer con problemas psicológicos o psiquiátricos, seguramente tendría que ser tratada en un área especializada en eso, de esa manera se salvaría de ir presa.

— tenes que impedir eso— le dijo Francisco a su abogado

— voy a intentar hacer todo lo posible — respondió el

— eso no puede suceder, ella casi me mata, perdí a mi bebé y estuvo prófuga por mucho tiempo— dijo Sonia

— lo se señorita, pero así actúan en estos casos, yo les prometo hacer todo lo posible, estarán al tanto de todo lo que vaya ocurriendo, buenas noches — dijo el abogado .

Le realizaron algunas curaciones a Francisco y se marcharon a su casa .

— Gracias hermano, apostaste tu vida para salvarme— dijo Francisco abrazando a Sebastián.

— Yo doy mi vida por mi familia, ustedes son  parte de ella—dijo el mientras seguía abrazando a Francisco

Una hora después ya se encontraban tranquilos y solos en su casa, Sonia salía de la ducha y Francisco la estaba esperando como siempre sentado en el pasillo apoyado en la pared.

— ¿ qué haces acá?, ¿ por qué no entraste?

— Queria darte tu espacio y que te duches tranquila, debes sentir mucha tensión, pero queria sentirme cerca tuyo— dijo el mientras Sonia le daba la mano para que se levante .

— No necesito espacio, por lo menos no hoy, tuve mucho miedo de perderte, no quiero que te alejes nunca más de mi lado.— respondió Sonia mientras lo abrazaba.

— Fuiste muy valiente, gracias, pero no deberías haber ido, no hubiera podido soportar que algo malo te pasará

— Bueno pero ya está, todo se acabó, ahora si.

— Si nena ahora si

Se acostaron en la cama, después de pasar a ver a la pequeña Ameli que ya estaba dormida en su cuarto .

Francisco beso su vientre y susurro unas palabras.

— Es nuestro bebé arcoíris— dijo Sonia

— ¿ qué?, ¿ por que arcoíris?

— Se llaman bebés arcoíris a los que nacen tras la pérdida de un hijo anterior, El nombre procede de la imagen tan bonita que se ve en el cielo después de la lluvia o la tormenta, en clara alusión a lo bueno de la llegada de estos niños después de la tristeza que representa para cualquier persona o familia perder un bebé — dijo ella

— Que lindo, no lo sabía, es nuestro bebé arcoíris.— dijo el



Sonia acariciaba su rostro y el la observaba, subió su cabeza para quedar a la altura de la de ella y besarla, paso su lengua por su óvulo y luego por su cuello, agarro sus brazos y los coloco por encima de su cabeza, subió su remera y dejó sus pechos a la vista dé el, empezó a pasar su lengua en círculos por su pezón, mordió uno de ellos despacio y tiró de el lentamente, Sonia que al principio no se sentía con muchas ganas de tener relaciones, ya se estaba olvidando de su cansancio y estaba entrando a un nivel alto de excitación, queria sacar sus brazos, pero Francisco no se lo permitía, él después de jugar con sus pechos dejó sus brazos en ese mismo lugar y fue a su parte baja, con sus dientes arrastró su tanga hasta abajo, y volvió a subir besando sus piernas hasta llegar a su vulva, metió dos dedos dentro de su boca para lubricar y los metió dentro de su vagina mientras que con su otro dedo trazaba círculos en su clitoris.



Sonia empujaba su cuerpo, entrega totalmente y pidiendo más.

Francisco colocó su boca y empezó a pasar su lengua de un lado a otro, trazando círculos.

— Vamos nena, déjate ir, te siento, relájate.

— Si Francisco, ya… ya no aguanto más, dios seguí así— dijo ella

El no aguanto más y subió encima de ella, metiendo su miembro dentro de su vagina.

— Silencioso que esta Ameli, no hagas mucho ruido

— Si nena, tranquila.

Empezó a mover sus caderas llegando en lo más profundo de ella, agarrando sus piernas hacia arriba para una mejor penetración, sus embestidas eran fuertes y una tras otra, besada sus pechos y sus labios, ella lo acompañaba agarrada de sus nalgas, empujado sus caderas.

— Por dios, cada vez se siente mejor, me voy nena— dijo el mientras empezaba a acelerar el ritmo.

— Si Francisco, si, seguí

Unos segundos más y termino todo dentro de ella.

— Hasta mañana mi diosa

— Hasta mañana guapo.

Finalmente te Encontré (Parte 2 ) #PremioEstaciones2020 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora