capítulo 22

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—Hija, se que equivoque, pero tu madre Sonia.

—no metas a mamá en esto, ella me cuido, me crio sola, pasamos muchas cosas juntas, y por más que haya echo y dicho todo lo que acabas de decir, tuviste luego muchos años para acércate a mi, aún así no tuviste el valor.—dijo ella mientras se acercaba al sillón

—lo se, merezco todo esto, y te voy a entender si no queres volver a verme, pero  Sonia me equivoque, te pensé cada día de mi vida, no podía, tenía vergüenza de aparecer en tu vida como si nada, y así fueron pasando los años, sin darme cuenta de todo lo que m perdí—dijo su padre queriendo arrimarse a ella.


—demasiadas cosas pa, mi primer año de colegio, cuando se me cayeron los dientes, cuando aprendí a usar bicicleta, mi primera fiesta, siempre estuvo mamá, cuando me sentía mal, cuando me sentía bien, cuando tuve corazón destruido, cuando fui totalmente feliz, siempre ella, no te digo esto para te sientas mal, solo para que entienda por qué no puedo actuar de otra manera, porque no puedo demostrar mi cariño, obvio que quería saber de vos, como eras, de tu vida, donde vivís, si tenes otros hijos, si pudiste formar una familia, porque mamá no pudo, gasto su vida en criarme y trabajar se olvidó de ella todo ese tiempo, no pidas ni me obligues a quererte de un día para otro — dijo ella


— Lo se, tu mamá es una mujer increíble, siempre quiso lo mejor para vos.

Después de hablar un buen rato, entro Francisco, que llevaba 2 horas casi modo en cocina, esperando que acaben se hablar .


Se acerco a Sonia y les ofreció un café y té para ella mientras frotaba su espalda para darle un consuelo.
Había sido muy duro el reencuentro, su padre se habla marchado de su casa cuando Sonia tenía 5 años, había sido un alcohólico, su madre tuvo que soportar varios problemas a causa de eso, hasta que decidió separarse, el primer año de separación, prácticamente vivió en la calle después se fue a un pueblo donde hizo una rehabilitación para alcohólicos, 5 años después volvió  y se mudó con quien hoy en día es su mujer y tuvo un hijo quien hoy tiene 19 años.


— Gracias hija por brindarme tu hogar, se que no lo merezco, gracias también a vos Francisco por cuidar de ella, hacerla feliz y ayudar.


— A mi no me tiene que agradecer nada Mauricio, si es por mi, lo haría dormir en una casa para perros, pero su hija tiene un corazón muy noble y se que no lo permitiría.—dijo Francisco


— De igual manera, prometo mañana mismo irme, pero voy a volver a verte y seguramente a tu hermano le hermano le encantaría conocerte.—dijo su padre.


— Si creo que a mi también

Había llegado la noche, le brindaron el cuarto de invitados al padre de Sonia y se fueron a la habitación.


— ¿ le dijiste que estás embarazada? —pregunto Francisco

— No, tampoco lo del casamiento, voy esperar a mañana, ¿ los invito?


— Yo creo que deberíamos.


— ¿ será que vendrán?

— Se nota arrepentido, no tiene justificación, pero quizás cambio .


— Si,.también pienso eso, debería darle una oportunidad, conocerlo mejor, aunque a  la distancia tampoco se.pueda mucho.



Eran las 8 de la mañana cuando, Sonia se despertó por unos ruidos que venían de la cocina.


《 Francisco ya debería estar en la empresa》 pensó y recordó que su padre estaba en la casa. Observo  a la pequeña, que había dormido con ellos ya que no se sentían muy cómodos dejándola sola en la habitación con un extraño, porque Sonia no lo conocía muy bien, lentamente sin despertar la les levanto.


Cuando llego se encontró que su padre l había dejado todo preparado para desayunar.

— Buenos días hija, como no sabia que te gusta, puse un poco de todo para que desayune, te hice café, té, frutas,  tostadas y algunas galletas que encontré en tu mueble, también acá temes yogur— dijo el mostrando todo lo que había preparad.


Sonia que venia muy sentimental por su embarazo no tardó ni dos minutos en llorar .


—no hacía falta, pero gracias, el café podes tomarlo vos, yo no puedo, no me lo permitieron en la dieta.


—pero si estás bien Sonia, ¿ por qué  haces diera? Estas hermosa aasí.
— No, no es una dieta para adelgazar, es porque estoy embarazada.
— Hija, que linda noticia, felicidades, deben estar muy felices.


— Si la verdad que si, son 2, estoy esperando mellizos.


— No lo puedo creer, con mi hermano somos mellizos, tu tío, aunque siempre dice que s mayor que yo, jajá.


— No lo sabía, mamá nunca me lo comentó.

Francisco llegó 2 horas después, almorzaron juntos y llevaron a Mauricio al aeropuerto.


Sonia abrazo a su padre, como si no lo volvería a ver, su padre hizo lo mismo.

— Adiós Francisco, gracias por recibirme en tu casa, por lograr que este encuentro suceda y por cuidar y ar tanto a mi hija.


— De nada Mauricio,  siempre voy a hacer todo lo que la haga feliz.


— Chau papá, cuídate, buen viaje.
— Adiós hija, muchas gracias,  voy a volver pronto lo prometo.


Cuando su padre se estaba alejando, Sonia  miro a Francisco arrepentida.


— ¡paaaaaaaa!—gritó

El giro y volvió rápidamente.


— Hija que sucedió

— En dos semanas me caso, me gustaría que vengas con tu familia ¿ podrás?

— Hija, acá voy a estar, vamos a estar .
Se volvieron abrazar y el se marchó.

Mientras Francisco conducía nuevamente a la casa, la miró, ella tenía una sonrisa gigante, su rostro relajado, estaba feliz.


Sonia sintió aquella mirada y lo observo.


—gracias mi amor, gracias por todo — le dijo ella.


—gracias a vos por existir Sonia.

Finalmente te Encontré (Parte 2 ) #PremioEstaciones2020 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora