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Nolan chupó su batido de fresa mientras esperaba a que cambiaran las luces, dando golpecitos con la mano libre en la funda de cuero del volante. El coche era tan nuevo que todavía olía a sala de exposición, el interior negro y pulido, compensado por los acentos rojos que hacían que los colores resaltaran de una manera que a Nolan le gustaba. Tomó otro trago de la bebida fría y soltó los frenos, siguiendo al coche que tenía delante lejos del centro de la ciudad. Este camino lo llevaría a la escuela secundaria y a su estacionamiento, con suerte, vacío. Quería practicar el estacionamiento y la marcha atrás sin temor a chocar con cosas o raspar la pintura, o que se rieran de él.
Redujo la velocidad cuando los coches de delante se desviaron en dirección opuesta a la escuela secundaria, dejando a Nolan solo en la carretera. El asfalto frente a él brillaba, el calor de mediados del verano se apoderaba de Beacon Hills. No había ni una pizca de brisa en ninguna parte y Nolan se alegró de que el aire acondicionado lo mantuviera fresco. Bebió el último sorbo de su batido y se dirigió a la escuela secundaria, disminuyendo la velocidad cuando vio una figura familiar trotando por la acera frente a él, con una bolsa de deporte colgada del hombro desnudo y la camiseta metida en el bolsillo trasero. de sus pantalones cortos para correr. "Wow ... ah, sí". Nolan se detuvo y bajó la ventana, haciendo una mueca ante la repentina entrada de aire caliente. Miró hacia arriba con una sonrisa cuando el otro adolescente se detuvo cerca, deslizando sus ojos sobre la extensión de piel resbaladiza por el sudor. "¡Oye, Gabe!"
"Nolan, buen coche".
"Sí lo es." Nolan pasó las manos por el metal de la puerta y miró hacia el cielo. "¿Estás corriendo en serio con este calor?"
"Tengo que mantenerme en forma, amigo". Gabe se encogió de hombros, dejó caer su bolso y sacudió los brazos. Los levantó ligeramente con la esperanza de atrapar una brisa perdida. "Además, es agradable sentir el sol en mi piel en lugar de correr adentro".
"Uh, sí, apuesto". Nolan asintió con la cabeza, tratando de no mirar demasiado tiempo a los brazos musculosos y los abdominales definidos de Gabe, su polla se excitó cuando una fantasía familiar apareció en su mente. "Oye, ¿quieres que te lleve? Si has terminado de correr? Quiero decir, esa es tu bolsa de gimnasia, así que ... "
"Ah, gracias, amigo, pero no quiero estropear tu auto. ¡Estoy súper sudoroso! " Gabe sonrió y negó con la cabeza. Se acercó y usó el dorso de la mano para deslizarla por su frente como para demostrarlo.
