Había llegado el día, ese día que tanto esperaba, Ese día que decidiría si su gran sueño se cumpliría. Se preparó día y noche, apenas y pudo conciliar el sueño en la noche anterior y todo por culpa de sus malditos nervios, y es que Harry nunca ha sido un chico tímido pero son esos momentos, esas ocasiones que hacía que aquel alto chico de brillantes ojos color esmeralda y hermosos rizos color chocolate se quedará sin palabras.
No podía perder tiempo, tenía que prepararse pues hoy es el día de su audición en el gran programa de The X Factor, aquel programa que cumplía sueños a muchos pero a la misma vez los destruyen, aquel programa que le cambiaría su vida entera. Era su momento.
-"Harry apúrate no podemos llegar tarde", escuchó la voz de su madre quien al parecer ya estaba lista en la planta baja.
Mientras se ponía sus pantalones se escuchó un fuerte golpe en su puerta causando un gran susto el cual lo hizo terminar de sentón en el suelo, "Un momento por Dios!" grito.
-"Al paso que vas en vez de repartir autógrafos seguirás repartiendo el pan de la panadería", esa voz y gran tono sarcástico solo puede pertenecer a una persona, Gemma.
-"Solo me faltan los zapatos tranquilízate'' soltó el rizado mientras rodaba los ojos, pero a quién quería engañar si los nervios le carcomía por dentro, ni siquiera pudo disfrutar el gran desayuno que su mamá tantos se esmeró en hacer
-"Si no estás listo estoy dispuesta a tomar tu lugar", dijo su hermana desde el otro lado de la puerta, tal comentario lleno de sarcasmo hizo al menor soltar una pequeña risa, librándose un poco de los nervios.
Estaba listo, era su momento, "Lo vas a lograr" se dijo asimismo, "Lo único que lograrás serán tres grandes No y como el mejor hermano que soy, me apiadare de tu inocente alma y yo me sacrificaré" dijo el menor mientras abría la puerta.
-"Qué va, si el ego no te lo bajan ni los nervios"
-"Ego? Yo le llamo encanto" dijo mientras le guiñaba un ojo a su hermana y mientras ella le respondió poniendo los ojos en blanco. Gemma siempre ha sido su mejor amiga y aunque ella sea mayor, él siempre la protegerá hasta el último momento.
-"¡Es hora de irnos!" vuelve a gritar su madre
-"Ya la escuchaste Harry, vámonos" dice su hermana mientras baja por las escaleras.
El menor suelta una buena cantidad de aire tratando que todos los nervios restantes desaparezcan, pues ya llegó la hora y no hay vuelta atrás.
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Diciembre 24, 2009
Nochebuena, un día en el que todas las familias se reúnen para cenar juntos, un día en la cual la casa está mezclada de esa maravillosa mezcla de olores de chocolate caliente y roles de canela recién hechos, un día en donde todos cantan villancicos y se entregan regalos envueltos en un hermoso papel con tonalidades rojas o verdes, pero para aquel chico castaño, de ojos tan azules como el mar y brillantes como una estrella significaba más que eso, era su cumpleaños.
Y es que quien lo podría culpar, ese cumpleaños era mas especial que todos los otros que ha tenido, su cumpleaños numero 18, era el cumpleaños que definiría todo, el cumpleaños que le haría escuchar aquella voz, el cumpleaños en el que sabría de una vez por todas si su mas grande miedo cobraría vida o se esfumara, el cumpleaños en el que al fin escucharía a su alma gemela, aquel ser humano que tanto le completaría.
Pero, en verdad la amaría tanto como todos dicen? De verdad le robará mil respiros en tan solo un roce?
Louis se levantó y se quedó frente al espejo que se encontraba en su baño, tratando de captar algo que lo hiciese sentir diferente pero todo seguía igual, seguía siendo aquel chico carismático, seguía siendo Louis. Bajo a la cocina en la cual se encontraba su madre, la cual era como su mejor amiga, su madre era la dueña de su corazón, y no le importaba si el destino le concede o no una alma gemela, mientras su madre esté con él no hay nada que importase.
-''Feliz cumpleaños mi dulce Boo Bear'' dijo su madre al notar a Louis entrando hacia la cocina, ''Has crecido tanto, pero así tengas 50 años siempre serás mi pequeño'', dijo regalando le a Louis una cálida sonrisa y envolviendo a su hijo en un dulce abrazo
-''Gracias mama, te quiero y feliz nochebuena'' dijo el ojiazul regresando le el abrazo un poco más fuerte
-''Feliz nochebuena'' respondió Jay, ''Anda, siéntate que ya te he preparado el desayuno, esta vez lo he hecho con más amor''
Louis soltó una leve risa, ''Gracias mamá, huele delicioso'' dijo mientras comía un bocado, huevos revueltos con tomates a la parrilla, pan tostado, y salchichas, acompañado de una taza de té. Sin duda su mamá era una de las mejores cocineras
-''Ya la has escuchado?'' preguntó ansiosa su mamá.
Sabía a qué se refería, sabía que se refería a esa voz que todos empiezan a escuchar al cumplir los 18, sabía que se refería a su alma gemela. El problema es que no la había escuchado, tomo un ligero trago al té que su madre había preparado, ''No, tal vez tenga que esperar un poco'' dijo con un poco de miedo, que pareciese que se lo decía mas a si mismo que a su madre
-''Ay mi dulce Boo Bear, no te preocupes ya veras que la escucharas lo más pronto de lo que te imaginas'' respondió su madre dándole un ligero apretón en su brazo
De pronto escucho a alguien bajar las escaleras, Lottie, una de sus muchas hermanas, ''Feliz nochebuena a todos'' dijo ella
-''Te falto algo mas no?'' dijo el ojiazul
-''Mmmm...pues navidad es mañana así que no, no lo creo'' dijo ella en un tono inocente
-''Oh, está bien'' dijo un Louis poco triste, no puede ser que se haya olvidado
De pronto Lottie comenzó a reír, ''De verdad creíste que me olvidaría de tu cumpleaños? Feliz cumpleaños hermano mayor" y envolvió a Louis en un fuerte abrazo. Louis la amaba, las amaba a todas, a Lottie, Felicite, las gemelas, las amaba con cada pedazo de su corazón, eran su soporte.
-''Siempre me engañas Lottie''
-''Siempre te la crees'' dijo en un tono burlón
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Durante el día sus demás hermanas felicitaron a Louis, regalando un cálido abrazo al castaño, era nochebuena y su cumpleaños así que más tarde llegaría el resto de la familia para poder pasarlo juntos, harían una pijamada familiar para navidad pasarlo todos juntos nuevamente.
Conforme el día pasaba Louis reía y hacía chistes como siempre suele hacerlo, ayudaba a las gemelas y jugaba con ellas, también le jugó una broma a su madre junto con Felicite la cual hizo que se ganaran unas cuantas amenazas de parte de Jay sobre que no comerían los roles de canela que había horneado con tanto amor.
El día pasaba rápido y los remordimientos y miedos de Louis crecían tres veces más veloz, se supone que hoy escuchaba aquella voz, todos escuchan aquella voz. Pero se llevó una gran decepción cuando ya todos se dirigían a donde dormirían y el aun no escuchaba aquella voz. Y aunque su madre le dijo que no temiera, que a veces tarda, y aunque Stan, su mejor amigo, le contara la historia de que el mejor amigo de su hermano tardó toda una semana en poder escucharla, sus miedos no cesaban.
Y fue así como con el paso del tiempo fue aceptando sus miedos, ya habían pasado casi 8 meses desde su cumpleaños número 18 y no escuchaba nada, ''tremenda mierda'' se decía a sí mismo, ya no creía, se había acoplado al silencio que habitaba en su cabeza día y noche, aceptaba que él sería una de los muchos miserables que nunca escuchan el canto de aquel ser. Y lo peor es que no era secreto ante nadie que aquel chico castaño que vivía al final de esa peculiar cuadra no escuchara el supuesto canto que todos oyen.
Fue víctima de muchas burlas, burlas de chicos de su clase sobre cómo él se quedaría solo por el resto de sus días, soportaba como lo comparaban con aquel guardia triste y amargado que cuidaba el estacionamiento del instituto al cual asistía, soporto como su maestra de geografía le decía frente a todos que no lograría nada y se quedaría solo, y después de que su madre le dijera que no se preocupara, que tuviera paciencia, que no era malo el hecho de que tardara, después de muchas noches llorando en silencio, tapando sus fuertes sollozos con la almohada, lo acepto.
Acepto su soledad.
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Canto de Dos Corazones
FanfictionEn donde al cumplir los 18 se dice escuchar aquel canto, ese que se dice ser la voz de tu alma gemela Pero entonces porque Louis no escucho nada? Lo que Louis no sabe es que el destino tiene un tiempo para todo - El ojiazul jamas penso que aquel chi...